94. Furtivo amor tardío (Juana Mª Igarreta)
Viajan con lo puesto. Cuando lleguen a su destino ya habrá oscurecido. Ante la incomprensión ajena, la discreción y el silencio son los mejores aliados.
Desde el otero escogido, quieren contemplar juntos el mar, sobre cuyas aguas el faro, cual cíclope afligido, derrama cada noche luminosas lágrimas. Escucharán al viento bramar sobre las olas que, furiosas, elevarán sus crestas como felinas garras.
Sobrecogidos ante tanta belleza y libres de ojos inquisidores, acercarán sus cuerpos. Descubrirán que las arrugas de sus labios no impiden la frescura de los besos; que sus manos de nudosos dedos son capaces de las más insospechadas caricias; que sus ojos, aunque hundidos bajo plisados párpados, quieren seguir abriéndose cada mañana, ávidos de mirarse y de admirarse.
En la residencia, los primeros rayos de sol darán parte de su ausencia.
Juana, bella y tierna propuesta. Suerte y saludos
Los amores tardíos no deberían de ser furtivos, deberían de ser celebrados por todo el mundo. No crees?
Felicidades!