JUN96. VIENTO DEL MAR, de José Ángel Gozalo Molina
Esta mañana el viento que entra por mi ventana es distinto, hoy huele a mar. Acaricia mis mejillas y me alborota el pelo a su antojo sin que pueda evitarlo.
¿Recuerdas amor amor mío cuando tu y yo caminábamos por la playa cogidos de la mano?
Las olas nos besaban los pies mientras entre besos y abrazos jugábamos a elegir los nombres de los hijos que ya nunca tendremos.
Hace mucho tiempo que no vienes a verme. Quizás te cansaste de esperar a que despertara, quizás otra ocupa mi lugar.
No imaginas cuantas veces he deseado haberme muerto en aquella curva, cuantas veces he deseado que desconecten los cables de la maquina que me mantiene con vida mi cuerpo.
Puedo oír todo lo que me dicen pero nada más. Por mucho que lo intento no puedo mover ni un musculo ni tampoco hablar.
Alguien me pone la mano en la frente , me dice que estoy muy fría y que va a cerrar la ventana. Reconozco la voz de mi madre.
Algo cambia en mi interior, como un vendaval desatado que me insufla fuerza.
—No la cierres —consigo decir y me sorprende el sonido ronco de mi propia voz.
José Ángel, ese vendaval tuyo me ha recorrido todo el cuerpo. Dibujas sentimientos que llegan, que traspasan como ese viento milagroso de tu relato, ese que le devuelve el habla a tu protagonista…
Un cierre abierto, una ventana de esperanza, de vida que no termina en el relato.
Me gusta. Me gustan las segundas oportunidades… aunque sean con voz ronca.
Un besooo.
Gracias por tu comentario Petra me siento abrumado y también sorprendido pues no esperaba cosechar buenas criticas con este relato. Me has alegrado el dia y has hecho que valga la pena escribirlo.
Un saludo
José Ángel
El milagro de la vida; quien se la dió una vez no la ha abandonado en ese coma. Precioso. Y ese olor a salitre que entra por la ventana, tan familiar para los que hemos nacido al lado del mar, me resulta de lo más acertado. A mí también me revive y me da alegría.
Un abrazo.
Gracias Susana me alegro de que te guste el relato. Yo también naci cerca del mar y creo que no podría vivir lejos de el.
Un saludo
José Ángel
Gozalo, ¿sabes qué la esperanza es lo que me anima hace muchísimos años?, a pesar de la opinión en contra en los presagios de los galenos, a pesar de mis amigos que dicen que a veces merece poco la alegria al vivir, a pesar de otros problemas que estadisticamente acuden a ti o te pertenecen…
Y me congratula esa historia, porque volver de esa vida fondeada, hace valorar cada segundo y que es un regalo constante, que multiplica los olores, las lecturas, el amor, la familia o, la necesidad de experimentar todo lo que esté dento de mis posibilidades, aún a riesgo de parecer egoista o loca…
Abrazo amigo y gracias por recordarme que todavía tengo envuelta mi vida y con la lazada de la sonrisa puesta.
Lines
Gracias por comentar el relato Lines, me gusta tu forma de encarar la vida. Hay mucha verdad en tus palabras.
Un saludo
José Ángel
Emotivo y esperanzador, con un final feliz (ya me gustaría saber ecribir finales felices).
Sólo una pequeña pega: cuidado con la expresión: «me mantiene con vida mi cuerpo»: sobra el «me». Esos detallitos afean ligeramente un relato precioso.
Un abrazo y suerte.
Gracias por tu comentario Vidal. Con gran consternación me di cuenta de mi error cuando ya era demasiado tarde.
Te deseo suerte a ti también, un saludo.
José Ángel
Precioso y esperanzador tu relato,siempre tus relatos relatan una gran sensibilidad.Enhorabuena.
Gracias por tu comentario anónimo. Espero que te animes a participar si no lo has hecho ya. Me gustaría saber quien eres.
Un saludo
José Ángel
por haber tenido que marchar a Francia cuidar de mi madre de 94 años, no había leído los relatos desde el día 16…
al leer el relato que mande yo ayer podrás comprobar que hablo de esta consciencia que estoy segura existe todavía en los que están en coma…
Hola Kistila gracias por pasarte por aqui, yo tambien lo tengo un poco complicado para entrar porque estoy sin internet. Ahora mismo leo tu relato y te comento.
Un saludo