JUN95. A CONTRACORRIENTE, de Juan Torralba Padilla
Natalia estaba cansada de seguir la corriente. Miraba a su alrededor y observaba a los demás que, como ella, avanzaban a favor del viento.
Todos los días a la misma hora tomaba un café en el bar de siempre, compraba el periódico de siempre que leía en el Metro, esquivando pisotones y codazos. De nueve a cinco intentaba convencer a los clientes de un producto en el que no creía. A la tarde unas cañas en el bar del manco. Por la noche al cerrar los ojos se sentía extraña, vacía; se prometía que mañana todo seria diferente. Así día tras día.
Al salir de casa esta mañana Natalia ha apretado los dientes. Ha enfilado el viento en dirección contraria. Ha pedido tortilla con pimientos en un bar nuevo. Ha comprado el periódico que arremete contra el poder. Ha ido andando a la oficina. Por supuesto ha llegado tarde. El jefe la ha mandado llamar. Natalia ha aprovechado para decirle cuatro cosas que tenía guardadas para él. El jefe la ha despedido.
Al volver a casa con un fuerte viento en la cara que dificulta su avance Natalia se siente ligera, feliz, y fuerte, mucho más fuerte.
Acaba con : mucho más fuerte. Lastima que se ha cortado
…solucionado, mil disculpas
Gracias.
Hola, eres Juan? Juan de Berango, Vizcaya?
¡Me ha gustado tu relato, Juan!
Sí, Juan, romper con la rutina aligera el alma. Me ha gustado el enfoque. Mucha gente espera hasta las vacaciones de verano sin darse cuenta de que es hoy, ahora, cuando hay que empezar a romper con el tedio.
Un abrazo.
Juantxu, que no habñia leído este relato. A veces todos deberíamos hacer algo para cambiar la rutina como Natalia. Yo también he dado un paso para cambiarla. ya tecontaré mis novedades
Esti