…OTRO VIENTO INQUIETANTE E INSPIRADOR…
Los vientos siguieron soplando todos esos días. Esos vientos que habían traído las lluvias. La lluvia se había ido; pero el viento se quedó. Allá en los campos la milpa oreó sus hojas y se acostó sobre los surcos para defenderse del viento. De día era pasadero; retorcía las yedras y hacía crujir las tejas en los tejados; pero de noche gemía, gemía largamente. Pabellones de nubes pasaban en silencio por el cielo como si caminaran rozando la tierra.
Susana San Juan oye el golpe del viento contra la ventana cerrada. Está acostada con los brazos detrás de la cabeza, pensando, oyendo los ruidos de la noche; cómo la noche va y viene arrastrada por el soplo del viento sin quietud. Luego el seco detenerse.
Han abierto la puerta. Una racha de aire apaga la lámpara. Ve la oscuridad y entonces deja de pensar. Siente pequeños susurros. En seguida oye el percutir de su corazón en palpitaciones desiguales. Al través de sus párpados cerrados entrevé la llama de la luz.
No abre los ojos. El cabello está derramado sobre su cara. La luz enciende gotas de sudor en sus labios. Pregunta:
-¿Eres tú, padre?
Juan Rulfo. PEDRO PÁRAMO
Precioso.
Un abrazo
Si el hablar del viento no fuera indiscreto, si el mentar los dolores no fuera desnudarse, si vaciar el cubo de las penas no fuera a cuenta de echar por el desagüe otras vidas… yo hablaría a esos pabellones de nubes que pasan en silencio por el cielo… porque estoy segura que me escucharían.
Pedro Páramo, inspirando.
Una noche clara quise hablar a las nubes. Me sentaron en un cirro. Una de ellas escuchaba, en silencio, escuchaba. Luego vino otra, en silencio, miraba y escuchaba, extendió sus manos y acarició las mías, las extrechaba. Luego vino otra, en silencio, porque no era suficiente y yo sin saber por qué lloraba, ésta solo oyó lloros y gemidos y entonces tuvo que abrazarme porque solo el silencio no me bastaba.
Después de muchos años, de muchas auroras, volví de nuevo y me sentaron en una nube negra, no pudieron escucharme porque ahora eran ellas las que hablaban y lloraban. Desaparecido mi banco, descendí despacio por la pasarela de rayos de sol que llegaban hasta mi casa. Todo había cambiado, tenía sol, luz y agua.
Pedro Páramo, inspirando.
A veces llegan notas, notas de palabras, notas musicales…
A veces queda todo lejos, para el recuerdo
A veces como cuadros a punto de caer, gritan
A veces nadie responde, nadie escucha
A veces alguien siente frío y toca la escarcha
A veces un viento seco recorta la cara
A veces necesitas enfrentarlo, aún cayendo, aún luchando
El camino es corto, pronto se termina
con desolación sabes que no puedes atraparlo.
Con colores lo cubres, con dolor lo amas
Pronto todo se termina, aprendiendo
siempre aprendiendo de otros que te aman.
Pedro Páramo, inspirando.
La culpa si se incrusta en el alma no la arrancas ni queriendo.Es corrosiva y sin querer hace daño dentro y fuera de uno mismo.Carcome el ánimo y el alma se ve sucia. No encuentras sosiego ni calma.No sabes, a ciencia cierta, desde cuando nació y porqué se adueñó de tu estancia.Y aunque te digan, y aunque te amen… nunca puedes apresarla.
El viento le llamó ¡asesino! y él respondió:
-Asesino… ¿de quién?
-¡Asesino!
-No, te confundiste viento cotilla, escurridizo, curiosón, traicionero…
-¡Ase…..!
-Para, me estás cansando. No la maté, la amaba… quise anudar su pañuelo a su lindo cuello, pero un viento mortecino la cambió y sus ojos verdes tornaronsé negros, confundidos en el fondo de la pupila… y me arrastraron con ella, por un agujero negro infinito… Cuando pude retornar al punto de partida y venido desde un universo paralelo, me la encontré a mi vera, marchita, sin pulso ni conocimiento. No fuí culpable, solo fuí abducido. Desde entonces pago por una pena inmerecida.
… El viento, se volvió delicado, pedía permiso y con respeto escuchaba, nunca engañó a nadie, a nadie estafó, a nadie hurtó lo suyo. Y si quería decir algo, no insultaba, desde el perdón y la comprensión hablaba… desde entonces todos los que tuvieron un pesar muy hondo adonde él iban y se confesaban. Salían nuevos, reconfortados, en paz consigo mismos.
podías escribir como todo el mundo y dejar esto para los comentarios
Isabel, ¿Por qué te molesta? ¿Hago daño a alguien?… solo escribo según siento y solo es para curar mis penas. Cualquier palabra de otros puede tener un efecto resonador en mí según mis vivencias y no tiene la menor concordancia con lo que otro escribe aunque coincida. Unos relatos inspiran otros y todo va encadenado. A veces también es solo ver la cara oculta de la luna y querer mostrarla como el que mira todas las caras de un prisma.
Esto que yo he escrito aquí no es para comentarios. Cuando quiero hacer algún comentario a alguien ya lo hago. Además creo que todo el blog es una invitación a escribir, a expresarnos y creo que de alguna forma todos nos enriquecemos.
Inspirando…
Es una posibilidad de desenlace, en cualquier caso yo nunca intentaría hacer del viento mi aliado, mira las veletas, le juraron amor eterno y nunca saben que va a ser de ellas al instante siguiente.
Saludos,
El texto de Pedro Páramo, es precioso. Lees y a la vez, ves… esa frase última, invita a leerlo todo.
Esperanza, no sé si el viento es buen aliado pero la verdad es que sentirlo, a veces, es de lo más gratificante.
Un saludo.
Otra cosa Isabel, de todo lo que has leído aquí que se podrían palpar muchas cosas si uno quisiera, a ti solo te impele escribir dos lineas y con tu tono tan seco y cortante… Es curioso y está claro que no seriamos amigas.
Te equivocas. Yo valoro los textos que publicas y justamente por eso te animo a que uses el medio que nos han ofrecido como los demás, con un cuento mensual y un espacio ordenado para que sea posible seguirte, encontrarte y comentarte; pero si prefieres «grafitear» por las paredes es tu elección, solo quería animarte a que dejaras de ser «marginal» cuando tienes la capacidad y la posibilidad de no serlo. Y tienes razón de que es posible que no fuesemos amigas, tampoco creo que lo fuera de los más de 100 que escriben por aquí cada mes, pero yo no busco amistad, me conformo con el respeto. Ánimo con esos textos, un saludo.
Isabel, escribo todos los meses mi relato pero cuando escribo como «anónimo» me siento más libre para expresar sentimientos míos o cosas que pasan por mi cabeza; es verdad que en momentos parece esto una usurpación de las paredes y éso también lo había pensado. A veces solo esperaba que alguien siguiera un encadenado.
Me gusta de todas formas cómo has expresado la usurpación de este lugar. Isabel, yo tampoco busco amistad y entiendo que busques respeto, yo tambiém lo quiero para mi. Pero también quiero que lo que me digan lo hagan con un tono más cercano, no tan seco como me sonaron tus dos lineas.
De todas formas no cae en saco roto lo que me has dicho, tú también tienes parte de razón. Procuraré ceñirme a lo que hacen todos, escribir un relato y luego comentar si uno tiene necesidad o quiere hacerlo.
Bueno, gracias y un saludo.
Pienso: después de leer cientos de 200 palabras, más o menos, no le adeudo el momento a quien le toque elegir…
¡Madre, qué barbaridad de letras merecedoras de publicarse!
Si se pudiera, economicamente, claro, sería de desear publicar todos, porque todos son valorables…
Sí, ya sé que esto es una publicación…, y también, que no desmerece de las de papel.
Una idea, por si hubiera por ahí, un mecenas que no sepa donde invertir.
Abrazo. Lines
Yo también creo que muchos relatos que no pueden ser elegidos, de otras personas que los han escrito genial, no puedan ser premiados porque es normal que solo sean unos pocos… pero tu idea no es mala, aunque no será factible.
Un abrazo.
Un concurso es lo que es, elegir siempre significa apartar otros y ahí no siempre hay justicia, pero ese es el funcionamiento de un concurso y si participamos será aceptando eso. Me conformo con que los que elijan sean honestos y lo hagan convencidos de que lo que eligen es lo que les parece mejor, auqnue se equivoquen o no.
Anónimo de las 12:46, yo acepto plenamente que sea así; además salvo la primera vez con dos relatos, nunca más he cuestionado el resultado, siempre lo doy por bueno.
Solo he tratado de contestar a la anterior participante en el sentido que muchos, muchos relatos merecen estar pero que no creo que haya un mecenas por ahi y menos en los tiempos que corren, ¡ya es mucho, que quedan aqui!.
Un saludo.
Hola, Rufo, te invito a escuchar la grabación de tu poema que lo acabo de subir a mi blog.
La música es elección de Ruth.
Muchos abrazoss