JUN74-1000. LOS CUENTOS DE NUESTRA VIDA, de Mar Horno García
Mil cuentos marcaron mi infancia. Tienes más cuento que Calleja, solía decirme mi madre. ¿Quieres que te cuente el cuento de la pava que nunca se acaba? Este era un gato que tenía los pies de trapo y la cabeza del revés ¿quieres que te lo cuente otra vez? Pobre Mariquilla Sarmiento que fue a lavar y se la llevó el viento. ¿Garbancito dónde estás? En la barriga del buey. El guisante que validaba princesas. El lobo que merendaba abuelas y caperucitas. La mamá cabra que abría barrigas y las llenaba de piedras. Los padres depravados que abandonaban en el bosque a sus hijos. La bruja que engordaba niños con chocolate. El niño de madera. La sirena muda con piernas. Juan y el miedo. El cisne disfrazado de pato. Los deseos del genio. Pero los que más me gustaban eran aquellos que terminaban con esa frase maravillosa \»y fueron felices y comieron perdices\». Eso sí que era un cuento.
a parte de evocar tantos recuerdos el broche de cierre es una verdadera joya. Gracias.
Gracias a tí Anónimo por leerme. Un abrazo.
Mar, con cada palabras nos trasladas a un recuerdo hermoso de la infancia.
Un abrazo.
Pues, a mí me ha inspirado el recuerdo de mi abuela, que era analfabeta, pero que me contó miles de cuentos y me regaló una infancia maravillosa. Un beso.
Mar, muy original este cuento que cuenta con un reparto coral de esos personajes de ficción de nuestros cuentos de siempre.
Te ha quedado niquelado y en sí se podría resumir este cuento como el cuento de los cuentos.
Abrazos.
Estos cuentos forman parte de la infancia de todos, nos acompañaran siempre, se los contaremos a nuestros hijos y nos arrancaran una sonrisa por muy viejos que nos hagamos. Un abrazo.
Fantástico collage, Mar. Imposible que no llegue al corazón de sus lectores.
Un abrazo,
Pedro, a mí se saltaban las lágrimas al escribirlo. Me traen tantos recuerdos, y todos agradables… Un abrazo.
Mar me transportas a mi infancia, con mis hermanos, elegiendo el siguiente cuento: el de …, no que ese es triste, mejor el de…, no ese es de chicas, el de… Pero tu final es más creativo que ninguno, es ironía: es recuerdo y realidad, es sonrisa y lamento, deseo e incredulidad.
Un besooo
Gracias Petra por tu comentario. Ese final es el único que no es puro cuento. Un beso.
¡Ah! qué bonito Mar, cuántos recuerdos hay en tu micro. Los has engarzado como una joya.
Besitos
Es verdad, Elysa, es nuestra infancia resumida en cuentos. Un beso.
Muy sabio el final, Mar ¡Felicidades!
Gracias anónimo. La verdad es que el final es lo que me inspiró todo el micro. Un abrazo.
Qué inteligente final!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! plas, plas, plas, y plas….Pilar
Pilar, muchas gracias por tu comentario. Tú si que te mereces mi aplauso. Un abrazo.
Como siempre, la vuelta de tuerca que sorprende y hace el texto redondo.
Gracias MªAntonia, por venir a visitarme aquí. Un beso.
Que bueno Mar!!! Me has recordado a mi madre contándonos todos esos cuentos una y otra vez…
Besos desde el aire
La verdad es que el micro está dedicado a padres, madres, abuelos, abuelas tíos, hermanos que con sus cuentos nos hicieron felices. Un beso.
Un homenaje a los clásicos; a esos cuentos que acompañaron nuestra infancia gracias a la generosidad de unos cuentacuentos que ponían su voz y todo su cariño.
Un beso, Mar.
Qué sería de nosotros sin esos cuentos. Un beso.
Doble tuerca en el final, Mar. Muy bonito.
Besos dobles.
A mí nunca me gustaron las perdices, y me daba mucho asco cuando oía la frasecita. Un beso.
Ja, ja, y tanto que era un cuento. Estupendo relato, mar. Sigues creciendo… Besos.
Isabel, encontrarte aquí es todo un placer. Un beso.