74. Detener el aire -Calamanda Nevado-
Absorta en las manecillas del reloj se impacienta y atemoriza. Le da cosa verla llorar así, la cara tapada con las manos y gritándole que acaba de desbaratar su vida. Son amantes hace años y quiere tranquilizarla, librarse del penoso espectáculo y limitar su histeria demasiado afectada. En su inquietud por quitar madera, atisba una posibilidad de calmarla: El Aroma de lavanda es su somnífero natural, la aliviará. Apaga la luz con decisión, deja un foco, y aprieta el spray sin mediar palabra alguna; y con todo su ímpetu lanza al aire toneladas de raciones de fragancia hasta crear una nube excesiva y olorosa sobre su pareja. No quiere moderarse ni saber qué pone patas arriba con su conducta; solo necesita sentirse libre. También a ella le atraía ese halo mágico envolviéndolas cuando buscaba su tierna atmosfera en la alcoba.
De pronto lee de reojo “Dulces sueños” en el pulverizador y se inquieta, sin querer ha soltado un fresco oleaje de sus aceites afrodisiacos. La nube de componentes ya descarga en sus sistemas respiratorios y desencadena una desbordante y desproporcionada pasión entre ambas. El arrebato la hace olvidar que, por fin, hace horas decidió mostrarle los papeles del divorcio.
Bien administrada esa información hasta revelarnos que no sólo eran amantes, sino matrimonio y que son los papeles del divorcio los causantes de esta escena.
Por cierto, ya nos dirás dónde se puede comprar ese espray tan efectivo, jaja.
Un saludo Calamanda.
Carme.
Dicen que somos pura química y este relato, a modo de prueba científica y práctica, lo demuestra. El olor ha sido registrado en el cerebro, provocando una reacción que ha dado un giro de 180 grados a los sentimientos adversos que en ese momento dominaban al personaje.
Estoy con Carme, si existiese, el vendedor de ese spray se convertiría en la mayor fortuna del planeta, aunque no siempre llueve al gusto de todos y, por contra, los abogados especializados en divorcios se van a quedar sin trabajo.
Un relato que comienza con un drama, termina con una pasión y deja en el aire la posibilidad de que pareja se reconcilie o que todo haya sido un espejismo de los sentidos.
Un abrazo y suerte
M.Carme Marí y Ángel, gracias por vuestro generoso comentario. Abrazos.