JUN63. SU MEJOR VUELO, de Magdalena Carrillo Puig
Muchas veces se dejaba impulsar por el viento. No le suponía ningún esfuerzo, simplemente relajaba el cuerpo, extendía sus brazos y, aprovechando su empuje y su fuerza, se elevaba. No como un globo, ni tampoco le aparecían alas. Flotaba horizontalmente, ingrávida y muy alto. Sus ojos adquirían una extraña propiedad que le permitía verlo todo desde allá arriba. Montañas y ciudades diminutas que le hacían pensar que la tierra era un lugar sorprendente y sus habitantes, con sus cuitas, puntitos imperceptibles del universo. Este era el viento de Junio, uno de sus mejores sueños.
Sería fantástico poder perderse en esa ensoñación.
Excelente viento de junio.
Quisiera verlo todo desde allí arriba.
Bonito.
Lo ví todo, desde allí arriba, desde allí ví una estrella que se agarró a la cola de un cometa. Como no pude alcanzarlos, mis ojos vertieron lágrimas que al llegar a la tierra la inundaron… ¡los lugareños, me maldecían!.
Gracias por tu inspiración que llega donde mi.
Con tu permiso, solo es un desahogo. Gracias.
¡Maravilloso sueño! Un precioso relato.
¡Maravilloso sueño! Un precioso relato.
Gracias, realamente el sueño de volar con el viento es una maravilla!!
Es curios recordar cómo y cuántas veces todos soñamos que volamos y también… que caemos.
Tu relato abre la puerta a los sueños.
Muy bonito. Saludos y gracias, otra vez.
Nunca he soñado que vuelo. Yo floto pedaleando y me levanto unos poquitos metros para que no me muerda un perro. Ahora, correr, corro un montón. Cómo las atletas, con braceo y tal. 🙂
Antonia
Me gusta lo de la ingravidez horizontal Suerte.