JUN53. DOMINGO, de María Elena Padrón
Aterraba la soledad de las paredes. Se habían ido los niños, los pasillos estaban mudos y ella…sola.
Disfrutaba de esa soledad que te da alas, alas para ir y venir sin rumbo,pero hoy, se alargaba como un gusano baboso sin dejarla avanzar. Sabía que afuera soplaba la brisa que seguramente, le haría un hueco, pero los pies le pesaban y el corazón vacío se acurrucaba latiendo despacio, sin emociones tardías en las puertas del Domingo.
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Madre separada o maestra soltera/viuda?
Me ha gustado el relato. Bueno.
Gran acierto que sea la tarde del domingo. Suerte.
Me gusta cómo describiste esa sensación que crea la soledad. Felicidades por la mención, María Elena.
Un saludo