JUN51. EL ARTILUGIO, de María Elejoste Larrucea
Vivimos y morimos dependiendo del viento. Hoy vuelve a soplar del norte y trae olor a salitre y a muerte. Hace dos lunas que padre partió hacia el sur en busca de una solución.
Regresó esta semana con el viento sur y las bodegas cargadas. Padre dice que esta vez todo será distinto, esta vez no huiremos. Todos están nerviosos: -ya vienen, ya vienen- susurran las madres abrazando a sus hijos mientras atrancan puertas y ventanas. Los hombres y los jóvenes como yo estamos reunidos en la costa. Miramos los artilugios con esa mezcla de respeto e incredulidad.
La brisa arrecia y antes de que la niebla se espese, creo distinguir a lo lejos las cabezas de los drakar.
-Padre, ¿cómo se llama el artilugio?
-Se llama esperanza John, pero en el sur la llaman ballesta.
Sin palabras, me gusta enormemente……….
Ya era hora!!!. Da gusto encontrarse con una hirtoria que cuente algo y no sólo use palabras bonitas. Me ha gustado porque habla del viento y lo que conlleva cuando cambia, y del cambio que produce en las personas. Muestra sin acabar de decir y se entiende perfectamente, no comno otros que hay por aquí que son tan abierto/complicados que sólo el que lo haya escrito entiende. Enhorabuena!!!
a mi me daría vergüenza hacer este comentario; ahora, en un rato dirás que no has querido ofender a nadie, pero lo cierto es que a quien ofende es, sobre todo, a ti mismo
Lo segundo es que lo bueno de certámenes y blogs como este es la variedad de voces y relatos que se cuelgan, puedfe que los haya más narrativos o menos narrativos. Unos más claros y otros más oscuros en cuanto a comprensión. Pero aquí están todos.
Solo faltabas tú, ANÓNIMO 1º (el de las 08:34h.), es fácil ser troll y anónimo al mismo tiempo.
Ay ,ay,ay. Una fabulilla:
Por grande que sea la luna, se necesita que esté sin nubes para verla. Y cuando la vista se va perdiendo, las cosas están ahí, pero algunos necesitamos gafas.
Cada cual tiene su paladar, pero desde la tostada de ajo a la de-construcción de la gamba de la cigala tigre del Peloponeso, todo es cocina.
Y que los nombres no nos avergüencen. Ellos no tienen la culpa.
Antonia
Quería decir del bigote de la gamba.Para que esté bien clarito y narrado.
Antonia
Buenas tardes.
Lo primero es decir que el microrrelato me ha gustado, una narración enigmática, casi de terror y está bien.
Suerte.
Sobre el relato, buena historia, bien contada y con la esperanza como arma. Felicidades.
Antonia
Hola Ana, ayer te respondí, pero tras estar publicado «se desapareció», no es la primera vez que me pasa. No sé por qué.
Bien, más o menos te decía, que yo prefiero llamar a alguien un nombre que anónimo, que no hay que temer nada y que por supuesto me refería en concreto a los anónimos que critican. Te comprendo.
Y que total esto solo es un concurso para pasarlo bien, no nos va la vida en ello, y que mejor el buen ambiente.
Saludos.
Antonia
Hola a tod@s
lo primero de todo es agradeceros que os hayais detenido a leerme y a hacer un comentario, me alegra que os haya gustado.
Lei hace mucho al primer anónimo pero decidí contenerme y luego el mes de Junio es un poco horrible para mi. Creo que los demás ya lo habeis dicho todo muy bien.
Debe haber historias de todos los tipos y de todos los gustos. Cada relato tiene sus lectores!!. Confieso que yo tampoco entiendo bien algunos cuentos, o imagino que quieren decir algo y quizás sea lo contrario, siempre lo he achacado más a mi torpeza como lectora que al autor. Pero es un paris y un blog libre y está bien opinar y discrepar, sin ofender.
Me ha gustado mucho, muchísimo el comentario de Antonia de la esperanza como arfma, gracias lo has entendido a la perfección.
Decís algunos que es enigmático, me alegro, eso pretendía…
Tambien le diré a anonimo1 que me gusta parte de su comentario del cambio del tiempo como infleye en el cambio de las personas.
Finalmente yo preferiría que se identificase todo el mundo, con siglas, con apodos, entiendo que pueda haber razones que impidan dar el nombre real, pero sinceramente yo no me tomo a mal el «anonimo», supongo que muchas veces se hace casi sin darse cuenta.
Gracias a todos por estar ahí. Voy leyendo los relatos cuando van saliendo, y ahora que ya se acaba el curso a ver si saco tiempo para comentarlos.
Gracias.
Me ha encantado que el blog y París sean libres :-), se lo diremos a Ilsa y a Rick.
Antonia
Ja ja, cuanta perfidiia…entiendeme es la musica que bailaban Humprey e Ingrid. Es que las prisas y el ordenata viejo de casa, ya se sabe, estos artilugios…. je je
Un relato que ha dejado a la vista, la forma de defenderse hace más de 1.000 años, situaciones de peligros, sumado al que tenían con la pesca. Queda patente el temor y la necesidad de salvar a los niños.
Tiempos históricos puestos al día.
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