JUN50. MI VIDA CAMBIÓ CON EL VIENTO, de Rosa Maria Iglesias Yañez
Sopla el viento fuerte.
Oigo como braman las olas por la fuerza con que golpea contra el mar.
Miro el océano, me da pavor.
Aguanto con el estomago encogido a que él aparezca.
Llevo días esperando, siempre en el mismo sitio y a la misma hora, sin faltar ni uno solo.
Hoy ha cambiado el viento y la brisa apacigua las olas.
El frío me cala los huesos y el estómago encogido ya forma parte de mí.
Lloro desesperada y sin esperanza alguna, meditando desolada y sola, que el viento cambió mi vida para siempre.
Dolor ante una pérdida… Bonito relato.
Me alegro que te guste. Gracias por el comentario.
El dolor es un sentimiento que necesitamos expresar.
Sí, Rosa. ¡Suerte!.
Triste, pero bonito…me ha recordado a mi Donosti querido…hace dos meses que no he vuelto.
Suerte.
Yo se bien lo que es echar de menos la tierra patria lo hice durante tres largos años pero ya estoy aquí en mi lugar natal.
No dejes que los recuerdos se acomoden en tu cabeza y ve a disfrutar de ese hermoso paraíso que tengo la desgracia de no conocer.
Gracias por el comentario, espero no haberte hecho sufrir mucho con los recuerdos
Saludos.
Sí, realmente triste por la pérdida y la resignación ante los elementos. Suerte.