JUN21. SITIADOS, de Joaquín Valls Arnau
Aunque escasamente habitada, es una región de tierras fértiles, batida durante buena parte del año por los húmedos vientos alisios procedentes del este. No hace todavía un mes que ambos se vinieron hasta aquí, abandonando sus empleos en la ciudad: deseaban iniciar una nueva etapa de sus vidas, dedicándose al cultivo de hortalizas y a la cría de animales.
Cuando se instalaron en ésta su nueva casa, alrededor de la superficie construida se extendía una vasta pradera. A los pocos días, coincidiendo con un cambio en la dirección del viento y la llegada repentina de una ola de calor, observaron con extrañeza que en distintos puntos de la finca se formaban unos orificios del tamaño de balones de fútbol bajo los cuales, en cuestión de horas, el terreno se desplomaba varios metros. Pusieron algunos cepos e incluso echaron veneno para roedores, pero resultó en vano. Hoy, al abrir la puerta para salir afuera, han descubierto que a sus pies se abría un profundo foso. Sin opción de avisar a alguien que pueda acudir en su auxilio, esperarán adentro, resignados a que de un momento a otro comiencen el ataque a la casa.
¡Qué buena la gradación del suspense! Da miedo, de verdad. Suerte.
Me recuerda al miedo que se respira al ver la película de «Los pájaros» de H.
Efrayante. Puro Narciso Ibáñez Serrador. Recuerdas, «Historias para no dormir». Déjame dar una nota cómica. La culpa la tuvieron los anteriores pobladores de aquella tierra, por cierto asturianos, que tenían la costumbre de matar a los topos, enterrándolos vivos.
Un saludo y nos comunicaremos en Julio en «el viaje me enseñó».
Relato muy bien armado igual que el clima de suspense que destila.
Felicidades Joaquín
Un abrazo
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Pablo, Esperanza, Jesús: agradezco vuestros amables comentarios. Convendréis conmigo en que el viento, tiene una gran fuerza (tanto cuando sopla como cuando se detiene) como elemento motor de historias, ya sean escritas o cinematográficas…
Jesús, no estoy yo demasiado seguro de que sean topos, los que amedrentan a esa pobre pareja 😉
Me ha gustado tu micro, la forma en que consigues meterme en la historia y el desenlace sobre todo. Mucha suerte.
Saludos.
Gracias, Paloma. Valoro mucho tus opiniones. Volvemos a encontrarnos: hoy aquí, mañana allá… siempre en micro-lugares.
Un abrazo.
Me has embaucado y traído al fondo de ese foso, me recuerda a mí también al cine. Quiere esto decir que eres muy gráfico y manejas bien la dinámica del relato, el movimiento.
Enhorabuena.
Creo que ésta (…su nueva casa…) no lleva tilde, perdón si me equivoco. RAE 2010.
Un beso.
Gracias Susana, me alegro de que te haya gustado. Sé de las últimas modificaciones que introdujo la RAE, y, si no recuerdo mal, permiten seguir poniendo la tilde si la palabra, enmarcada en su contexto, se presta a un significado ambiguo (supongo que también, porque con los años, me vuelvo más reacio a los cambios duyo sentido no comprendo).
Tienes razón, hay cambios que yo tampoco entiendo. De hecho hay escritores consagrados que están en contra. A mí, por el contrario, me allana el camino no tener que pensar en tildes si las eliminan los que mandan en esto. Y sigo con muchas dudas de puntuación, espero aclararme algún día.
Un saludo
un bonito homenaje al CASA TOMADA de Cortázar, un lujo
«Casa tomada» es ya un clásico de la literatura breve. Ya me gustaría, que en algo lo recordase. Gracias por comentar.
Joaquín, no había leído tu micro, este blog tiene tanta participación que no logro hacerme con todas las historias. Gran texto, de los que me gustan a mí, que soy adicta al terror y al suspense. Muy bien escrito y dosifiado y tienes toda la razón, el viento, suave o huracanado, es el desencadenante de muchas cosas, hasta de grandes historias. Un abrazo y espero tener la oportunidad de volverte a ver.