JUN14. RETT, de Isabel Pastor
Fueron treinta años muy largos. Convulsiones. Disfunciones respiratorias. Escoliosis. Atrofia muscular. Retraso mental severo. Ausencia de lenguaje. Perdida completa de capacidad motora… Y yo como una sombra inquieta e inútil. Cuidando con mimo una esperanza vana. Aguardando que un milagro ocurriese cualquier mañana, con la convicción de que lo más increíble de los milagros es que a veces ocurren.
He llamado a la asociación esta mañana. Me han dado el pésame por la pérdida de Blanca y me han pasado con la que ha sido su terapeuta durante tantos años. Sólo quería mostrarle mi agradecimiento por su labor.
Deberías esperar un poco a que se cure la pérdida, me ha dicho, la muerte es un vendaval imparable, pero termina amainando.
No puede impedirse el viento, le he contestado, pero pueden construirse molinos. Me gustaría ofrecerme voluntaria.
No sé si es ficción o refleja una realidad personal. Sea como sea contiene la fuerza y el dramatismo de una situación dura.
Si es cierta la historia, desearte toda la fuerza para salir poco a poco del daño. La vida suele ser dura, pero tu reflexión final de ayudar y compartir los malos momentos de los demás es un canto de esperanza y un buen camino para llenar el vacío de una ausencia.
Suerte en todo.
Estupendo el párrafo conclusivo, tiene toda la fuerza. Suerte.
Isabel, un trance muy triste, pero estoy contigo en la lectura positiva y generosa que haces de la experiencia.
Un abrazo.