MAY95. EN SILENCIO, de Mercedes Daza García
Me encuentro apoyada en una fría pared de cemento. Mi posición es recogida y húmeda. Abrazo mis piernas con fuerza para hallar el calor que me falta. La lluvia, que tras un largo período de tiempo no ha cesado, con abrumadora intensidad refresca aquellas ideas que, paradójicamente, intento olvidar. Permanezco inmóvil, pese al leve movimiento que mis músculos provocan al tiritar. Contemplo perpleja los rayos que me alumbran, como si iluminasen el camino oscuro que pronto emprenderé, una vez sabido que sus labios fueron sellados para siempre.
Llueve. El crujir de las hojas secas bajo mis pies cansados acompaña mi tristeza. Las lágrimas se confunden con el agua que resbala por mi espalda, mi cara, mi boca, mi pecho, limpiando mis heridas. Me siento bien. No sé cómo definir este extraño sentimiento que se ha prendido en mi piel. Con sigilo, me alejo despacio. Luego retorno mis pasos presa de mis propios sentimientos. Mi tristeza es infinita, mi dolor inagotable.
Bajo la lluvia quiero atrapar el silencio. En silencio, clamo al cielo que él vuelva de nuevo a mí, que su esencia no me abandone. Que nunca me abandone.
Triste historia, Mercedes, pero escrita con buena resolución, auqnue no sé si algo tarde para entrar en el concurso, porque el tema de la lluvia fue en abril.
Lluvia y hojas secas, son un Mayo sin flores. Gracias Isabel.
Lluvia y hojas secas, son un mes de Mayo sin flores. Gracias Isabel.