67. Sólo los niños se toman la vida en serio
Sabela nació una tarde de primavera en un hospital con aroma de eucaliptus y jazmines.
Desde la cuna, fue tocada por el hada de la sensibilidad y empatía hacia todo ser, inerte o vivo, que caminase a su lado.
Frecuentemente, su familia la llevaba al campo y le gustaba coger pequeñas ramas del suelo, que movía con gracia, mientras bombardeaba a sus padres con decenas de preguntas.
-¿Por qué las plantas son verdes?
-¿Por qué las abejas comen flores?
Quiso que, las paredes de su habitación fuesen pintadas de verde con abundantes árboles y flores.
Era el color de su mundo.
Un día, viendo la TV en su casa, escuchó, por primera vez, dos palabras desconocidas:
«Cambio Climático»
La pantalla se cubrió de un baldío campo de mustios colores.
¿Dónde se escondía el verde de la vegetación?
Ríos secos. Charcas sin ranas. Ausencia de pájaros y mariposas.
Sabela se puso a llorar y se negó a hablar en todo el día.
A su corta edad, se tomaba la vida en serio.
Jejeje la vida en color de rosa