MAY07. NAVEGANTES INVISIBLES, de Teresita Bovio Dussin
El brumoso día invernal desdibuja el pueblito de pescadores
Una visitante solitaria se detiene frente a la vetusta iglesia, aturdida empuja la pesada puerta.
Fulgurantes velas iluminan en el altar la desnudez de Cristo crucificado.
Ora en religioso éxtasis, sus ojos dormidos vagan en la añoranza de su niñez vivida en el pueblo…
Torturada se sumerge en el río del tiempo.
Los amados recuerdos de los navegantes invisibles que compartieron sus sueños pesan en su corazón
No hay flores, solo el rumor de lejanías que trae el mar la invita a recibir el verde beso de las olas…
Excelente.Buenas imágenes. Me gustó.