102. Cosas veredes (Raquel Lozano)
Durante años de investigación, de experimentos fallidos y ensayos malogrados, por fin, con unos sencillos cambios en la botonera de un teléfono móvil antiguo, y algunas fórmulas que no desvelaré, conseguí volar hasta el interior de los libros.
Introduciendo el número de una página al azar, he podido adentrarme en la piel de innumerables protagonistas. Por poner algunos ejemplos, diré que he divisado peces de colores indescriptibles al mando del Nautilus, he sido infiel en Vetusta y he administrado un laboratorio de alquimia en Macondo, pero desde hace meses, esos gigantes me impiden encontrar el botón de apagado; aquí, perdido en algún lugar de la Mancha, donde un tipo singular me habla de no sé qué cosas verdes.
Todos hemos soñado alguna ve con formar parte de esos mundos de fantasía creados por genios de la literatura en sus mejores momentos, pero está claro que de todo se puede cansar uno, por eso tu protagonista daría lo que fuese por salir de las llanuras en las que campa el ingenioso hidalgo. Cada uno pensará lo que quiera, pero yo creo que me quedaría allí, sin excusas de botones ni de gigantes.
Un relato original y simpático, un homenaje a novelas que son patrimonio de todos. Muy apropiada la expresión «botonera» en lugar de «teclado», mezcla de presente y de pasado.
Un abrazo, Raquel. Suerte