ABR.98. CAÍDO DEL CIELO, de Sara Lew
Entró como un chaparrón por el agujero del techo de la cocina y cayó desnudo dentro del cubo a rebosar. No flotaba, así que lo rescaté enseguida con un escurridor que tenía a mano. Después de zamarrearlo un poco recuperó el conocimiento. Pobrecillo, casi se ahoga. Lo metí dentro de la manopla de lana que me regalaste en nuestro último aniversario antes de abandonarme, y me lo llevé al salón, para que se le quitase la tiritera con el calor de la estufa. De repente me sentí feliz, otra vez importante y necesitada. Mis deseos volvían a hacerse realidad. Al rato, sin embargo, el minúsculo hombrecillo me miró visiblemente consternado e hizo un amago de hablar. Dudo si carraspeaba o se expresaba en un idioma desconocido, solo sé que gesticulaba mucho enseñándome que algo a su lado no estaba. No fue hasta que señaló con su dedo diminuto la gotera del rincón que comprendí la razón de su inquietud, y nuevamente mi irrelevancia. Sobre el suelo, anegada por un pequeño charco, yacía ella desnuda.
Me ha encantado Sara, muy original. La lluvia siempre trae esperanza, pero a veces nos anega de falsas expectativas. Un beso.
Estupendo micro: sencillo, claro y tierno. Este ha sido uno de mis favoritos. Enhorabuena
Sara, me ha encantado este microrrelato que me ha recordado a los hombrecillos de Millás, el cual me estoy leyendo estos días. Es muy original tu idea y como lo has sabido relacionar con el tema propuesta.
Mucha suerte para el concurso.
Besos.
El mejor acierto es la voz del narrador: se confiesa ante su ex, lo que le da una profundidad a la historia, un significado que supera lo anecdótico. Es muy bueno, de los favoritos, diría yo.
Pues, de siempre es sabido que tres son multitud. Muy original, Sara.
Un abrazo.
Es muy original, ha valido la pena que esperaras hasta el final para publicarlo. Te ha quedado un buen relato con las palabras justas.
Solo me queda una duda.
Que pasa con la mujercita, al final sobrevive?
Quizás a la protagonista se le ocurre meterla en el horno para calentarla….
Has dejado la puerta abierta a la imaginacion. Suerte
Muchas gracias por vuestros comentarios.
Siempre se dijo que las lluvias traen algo más que agua…
Y es muy triste desear, pero no ser el destinatario de los deseos de los demás.
Este cuento lo escribí ayer porque se me acababa el plazo, y quería estar aquí, participando en esta página con vosotros.
Abrazos.
Enhorabuena Sara. Ninguna buena obra queda sin recompensa, o quizás sin castigo…
Besos desde el aire
Sara, querida, los hombrecillos de Millás yacen en mi estantería después de nada menos que DOS lecturas. Bueno es que le admiro, y desde hoy, creo que pondré tu micro dentro del libro para deleitarme con él cada vez que lo abra.
Besos desde mis palabras.
Y que bueno, Sara, que lo hayas escrito porque es sumamente original. El desenlace es inesperado y melancólico. ¡Felicitaciones!
Saludos
Excelente minificción. Por supuesto, si hay homúnculos, también debe haber homúnculas. Muy original y bien escrita.
Es un micro precioso y original, Sara. Me ha encantado.
Un beso.
Muy original, Sara y también con su dosis de ternura además de ser muy visual.
Besitos
Hola Sara. A veces, cuando creemos no valer nada, algo pequeño nos abre los ojos y nos hace renacer de esperanza, nos da sentido a nuestra vida y nos volvemos a sentir útiles. En tu relato así nos lo muestras. Pero más alla de ello, y a mi personalmente, me recuerdas que no debemos creernos tan importantes y tan grandiosos por ciertas acciones que llevamos a cabo. Y son esas mismas cosas pequeñas las que nos muestran que debemos ser humildes, sencillos y tratar de valorar las cosas en su justa medida.
Un beso Sara
Sara, tierno y redondo.Felicitaciones
Muy original la historia, resulta creible el episodio como lo cuentas. Me dijeron que «la ficción debe ser creible» y eso lo cumples. ¡Enhorabuena!
Muy buen micro Sara. Es lo que tiene la lluvia y las goteras. Original y muy bien escrito. Suerte.