ABR.73. SEQUÍA, de Rubén Gozalo
Algunas noches aporreaba la máquina de escribir con furia y el aguacero de frases mojaba el papel. Los párrafos caían en tromba. El chaparrón de metáforas calaba los textos. La borrasca de personajes inundaba los capítulos. Los chubascos de pasión, celos, asesinatos y amor formaban regueros de lágrimas alrededor de las historias. Un día dejaron de llover las ideas y la sequía creativa se adueñó de mi cabeza. Tras meses sin caer una gota, busqué inspiración en la Lluvia amarilla de Julio Llamazares, en las canciones A cántaros de Pablo Guerrero, November Rain de Guns N\’ Roses y Ojalá que llueva de Juan Luis Guerra. Nada. La aridez creativa se apoderó de mí. Para remediarlo, contraté los servicios de un meteorólogo. Predijo nubosidad variable por el este, precipitaciones en la meseta sur del hemisferio cerebral y que en abril caería algo de chirimiri. Se equivocó. Y ahora, meses después, mis familiares me han internado en un psiquiátrico. Los médicos me han dicho que estoy como una regadera. Pero yo, por más que canto, no consigo atraer la lluvia.
muy divertido
Pues te ha quedado de lo más inspirado. Enhorabuena por esta metáfora redonda.
me ha gustado mucho esta descripción tan lograda de la lluvia tan benefactora de la inspiración con estas metáforas tan acertadas…
seguramente que si Rubén habría dispuesto de mas palabras también habría logrado contarnos igual de bien la sequía creativa…
oírse tratar de «regadera» por ciertas gentes es todo un cumplido…
Muy bueno, Rubén.
Vaya «chaparrón de ideas».
Ramón Alcaraz.