65. Cien años en blanco y negro (Alberto BF)
Años cuarenta. La vida no era fácil por aquel entonces. El sustento escaseaba, las enfermedades causaban estragos y, para colmo, por pensar y sentir podían borrarte del mapa.
Un panorama fruto del odio y de los intereses de unos pocos que había inmerso al país en uno de los peores momentos de su historia. Tal vez el peor.
En la terreta pocas cosas hacían olvidar momentáneamente esta situación, y una de ellas era ver en acción cada dos semanas en un maltrecho Mestalla a los míticos Epi, Amadeo, Mundo, Asensi y Gorostiza: la delantera eléctrica blanquinegra.
El nuevo jefe del estado aún no había tenido tiempo de arrimar el ascua a su sardina, y no existía en esa época mayor espectáculo que disfrutar del empuje che frente a los aguerridos adversarios del Athletic, sin duda los dos mejores equipos del momento. El clásico de la posguerra.
Un domingo sí y otro no, la gente marchaba ilusionada hacia el estadio, independientemente del rival. Dos horas después regresaba con desigual satisfacción, pero habiéndose evadido unos minutos de su triste realidad.
Esta analgésica ilusión, nacida en Algirós décadas antes, se ha tornado centenaria en el año de esta publicación. Y que nunca acabe.