NOV81. BOCA ABAJO, de Adriana Ríos
Los extrusios otra vez me detectaron. Corro rápido y a pesar del pánico viene a mi memoria: “si a un grupo de gente lo persigue un oso ¿se salva el que corre más rápido qué el oso? -No. Se salva el que corre más rápido que los otros”. Yo estoy sola con los extrusios detrás en éste túnel frío y plateado como una camilla de hospital. Tropiezo y caigo de boca. Alguien me da vuelta. Alguien grande como un oso me limpia la sangre y me dice que voy a estar bien y que estamos yendo al quirófano y que si le puedo dar el nombre o teléfono de algún amigo. Río a carcajadas porque entonces no hay extrusios porque no hay túnel sino camilla y me acuerdo de “La noche boca arriba” de Cortázar y el oso sigue pidiéndome información a los gritos y aunque la sangre me cubre la cara y el miedo me paraliza logro activar el dispositivo del maxilar izquierdo para autodestruirme porque los extrusios están muy cerca y en segundos ya no podré hacer nada.
Supongo que es la experiencia de un accidente, y es verdad que se imaginan cosas raras y se trastoca la realidad, me parece muy bien contado.
Saludos
gracias Asun! lamento no haber contestado antes (pido disculpas). En realidad, lo que quise es hacer un homenaje muy muy humilde, humildísimo… a «La noche boca arriba de Cortázar» e hice un paralelo con la dictadura que sufrimos en mi país donde los «extrusios» perseguían y torturaban a algunos y los obligaban a delatar a sus compañeros. Algunos preferieron morir antes que hablar, claro. Gracias otra vez y abrazo.
Adriana, concido con Asun. suerte y saludos
Gracias Calamanda! abrazo,
Muy bueno, Adriana.
Un saludo.
Gracias Sara! recién ahora estoy tomàndole la mano al blog y estoy pudiendo contestar dejando el gmail abierto (Jam Jam me lo ha explicado una y otra vez y siempre lo olvido, je). Gracias!
«logro activar el dispositivo del maxilar izquierdo para autodestruirme» , Adriana ¿dónde tenemos ese dispositivo tan imaginativo?
Me ha gustado. Suerte!!
Un saludo! 😉
Gracias Miguel Ángel! No estoy muy familiarizada con éste blog y recién me enteré de la mención y entré: estoy muy agradecida por la mención. Respecto del dispositivo y bueno -ojalá que no pase nunca jamás- pero quizás éste personaje pudo autodestruirse para no delatar a nadie y… si, tal como dijo Mel, quizás se un tanto futurista pero recordando al querido Cortázar.
Enhorabuena por la mención, no tengo claro sin es futurista-robótico o psicótico, en cualquier caso perturbador e intrigante. Saludos,
Gracias Mel! recién me entero de la mención… Bueno, en mi país, como tantos otros de Latinoamérica, hemos tenido dictaduras donde había «extrusios» que perseguían a la gente… y «osos» que pedían a los gritos que denunciaran a los compañeros. En otra época existía la patilla de cianuro para autodestruirse. Abrazo y gracias otra vez…
Tienes razón, no se me había pasado por la cabeza. Crudo tu texto y bien llevado. Lo dicho, enhorabuena.
Feliciades, Adriana, por la mención. Relato difícil de entender, en dos planos que se superponen. El título del relato y el mes de Cortázar aportan la información complementaria. Encantado de conocerte
Felicidades Adriana por la mención. No lo había leido, pero ahora lo repesco y me alegro porque es un ejercicio original, muy distinto a los otros que he leido. Requiere una segunda, incluso una tercera lectura para acabar de entender, pero realmente bueno.
Enhorabuena
Enhorabuena por tu selección. Me he sentido perseguiido y atosigado por tus extrusios, espero no tener que encontrármelos en un túnel.
Buen ritmo, rapidez y agilidad, normal que tropezara pero bien descrita la carrera.
me vi como en Avatar.
Abrazos