ABR.56. HONGOS EN LA LLUVIA, de Fernando Andrés Puga
Disimulados entre la sutileza de esa llovizna apenas perceptible que cubrió la casa del bosque durante largos días, llegaron los duendes.
El primero en notarlos, cuándo no, fue Tontín. Una más de sus fantasías, supusimos.
Después fue Gruñón, pero como hace un tiempo que no da pie con bola, tampoco le creímos.
Por último empezó a desaparecer comida y algunos objetos de uso cotidiano no podíamos encontrarlos por ninguna parte.
¿No serían espías de la malvada reina? Había que avisar urgente a Blancanieves.
divertido relato, fernando:)
por cierto, tu apellido en lituano significa «tormenta», muy acorde con el tema 🙂