117. EL COLOR EN EL ARTE – III ( En la Olmeda )
El paisaje arenoso, de construcciones piramidales colosales, se torna en verdor. En la vega, destaca la villa enmarcada por cuatro torreones y algunos andamiajes en el contorno cuadrado. La explotación agrícola es rodeada de tierras de labranza, establos, animales y un incesante movimiento de trabajadores, artesanos, albañiles.
Me adentro en sus estancias dejándome cautivar por sorprendentes murales al fresco, tablas de retratos colgados recorriendo las paredes. En el Oecus, me detengo ante el fastuoso mosaico de su pavimento. Lo compone una gran cenefa, una escena de caza, una leyenda sobre Aquiles y Ulises y una representación de las estaciones del año. Además de varios retratos en medallones. Los teseleros, algunos de origen griego, rematan la obra manteniendo un vivo debate. Afirman, que tanto la pintura, cerámica, mosaicos, escultura y otras manifestaciones artísticas de Roma, fueron copiadas de Grecia. Describen numerosas esculturas, como las del friso del Partenón, con una rica policromía, también imitada por Roma. Quise replicar impulsivamente, que el color del arte clásico es el blanco, del mármol y la piedra. Al menos así es en los museos. Renuncié, tampoco nadie había reparado en mí. Después de más de 3000 años, el color de los clásicos, es el blanco.