13. CONQUISTADORES DEL SOL
Atravesaron en hilera la playa gualda, sorteando pequeñas explosiones de azufre que escupían magma dorado, y llegaron hasta las dunas azafranadas desde donde les observábamos ocultos. Vestían trajes áureos que repelían el vapor candente de los rayos solares y, contra la radiación, escafandras de un ambarino transparente.
Explicaron, con gestos, que venía desde otro planeta, pero la mayoría no les creímos pues no eran tan diferentes a nosotros. Nos observaban desde rostros macilentos provistos de mirada oriental, si sonreían resaltaba la belleza pajiza de su dentadura y se acentuaba el rictus armónico de sus labios cobrizos, algunos lucían melenas rubias, aunque también los había rapados.
Comprendimos quiénes eran demasiado tarde, cuando desenfundaron sus armas por sorpresa y comenzaron a disparar con saña sobre ancianos, mujeres y niños. No cabía duda, eran terrícolas.
¿Quiénes sino? ¿Sabes una cosa Ton? Muchas veces pienso que esos avistamientos de los que hablan no somos más que nosotros mismos volviendo jajaja.
Muy buen relato.
Hola, Manoli.
Muchas gracias por tu comentario. A veces, mires para donde mires, escuches lo que escuches, la violencia siempre aparece. Y es que, aunque nos pese, somos una especie a la que le agrada dominar al otro.
Bicos galegos.
Ton
Si hay vida en otros mundos y es vida inteligente una cosa será segura: no serán tan belicosos como nosotros, por mucho que los imaginemos invasores e implacables.
Un relato que enseña que no hay que buscar las amenazas fuera, porque siempre han estado dentro, del planeta que habitamos, de las ciudades que vivimos y de nosotros mismos.
Un abrazo, Ton. Suerte
Hola, Ángel.
Me reafirmo en tu comentario, los humanos,con toda seguridad, quedaríamos campeones interplanetarios en violencia. Lo llevamos en los genes, no hay mas que hacer un breve recorrido por nuestra historia.
Un fuerte abrazo.
Ton
Cuando rascas un poco y separas la ciencia ficción te das cuenta de que es verdad; los humanos somos bastante destructivos.
Te deja una sensación de desesperanza, pero ojalá que cuando se llegue al planeta X no sea a golpe de violencia.
Gran idea para una historia más larga.
Suerte Ton
Esperanza, muchas gracias por pasarte y comentar.
Abrazos,
Ton
Si estupendo es el texto, más amarillo que ninguno, mejor todavía es el final.
Hola, Edita.
Muchas gracias por tu lectura.
Bicos,
Ton
Somos así, los terrícolas, invasores,espero que si alguien tiene que venir sea con otra alma. Has sido contundente. Un beso.