Gracias, JAMS, estoy aprendiendo muchas cosas conforme voy leyendo a unos y a otros… A los que nos gusta escribir, a nuestra forma, es decir con poca formación académica nos resulta más fácil hacerlo a través del anonimato. Se pasa menos vergüenza si se hace el ridículo. Y por otra parte es más fácil d esoltar lo que corre por tu cabeza sin presiones y sin miedos. Utilizar esa forma oculta solo con fines buenos y sanos, no para hacer daño a nadie. Disculpas por las faltas de dicción en el de arriba, es que lo mandé apresuradamente y sin corregir. Saludos a las dos casas.
Amigo anónimo, lo que dices tiene cierta coherencia, pero yo te diría, que nadie hace el ridículo por escribir lo que se tiene en el interior, yo te animaría a que lo hicieras a cara descubierta, este, por ejemplo ,es un buen lugar, y hay otros donde existe el sistema de taller donde el respeto es una máxima, y se aprende bastante. Anímate, y suéltate, si te gusta escribir, hazlo. Saludos.
Bego, gracias. Ya lo he hecho aquí, las dos veces del concurso, pero ¡no veas qué apuro!… es que en el fondo soy muy vergonzosa y muy insegura. Escribir es como un alimento ¿verdad?. Un abrazo. Anónimo.
Por si te sirve de consuelo, Anónimo, mira la frase que encontré en la última novela de Lorenzo Silva: «…el día en que no temas que lo que estás escribiendo puede ser una gilipollez con la que vas a hacer el ridículo más atroz y a cosechar el más ominoso de los fracasos, ese día funesto en que tu vanidad derrote a tu juicio, estarás acabado como novelista.»
Gracias, Anónimo de ayer, por dos cosas, una por el hecho de dirigirme una nota de ánimo y otra, por enviar ésto tan precioso de Lorenzo Silva que nos enseña a ser humildes y que la vanidad no se apodere de nosotros. Para ti. «Tras días plenos de lluvia, me empapé y mis lágrimas se diluyeron con ella. Hoy ha salido un sol radiante, pero creo que aunque hubiera estado todo gris, aquí me hubiera encontrado con tu sol». Te mando una nube que lleva escrito: «gracias». Y otra, a Bego. Ahora solo tengo que leer y escribir dos palabrejas bien y darle a enviar.
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Me encanta esta lluvia, sobre todo después de tanta sequía. Gracias a vosotros por convocar este nuevo concurso.
Un abrazo
JAMS, la foto presiosa. Los fruto senvueltos en agua y ésta perece perlas.
…son escaramujos, amigo Anónimo, los frutos de las rosas cuando han perdido los pétalos.
Gracias, JAMS, estoy aprendiendo muchas cosas conforme voy leyendo a unos y a otros…
A los que nos gusta escribir, a nuestra forma, es decir con poca formación académica nos resulta más fácil hacerlo a través del anonimato. Se pasa menos vergüenza si se hace el ridículo. Y por otra parte es más fácil d esoltar lo que corre por tu cabeza sin presiones y sin miedos. Utilizar esa forma oculta solo con fines buenos y sanos, no para hacer daño a nadie.
Disculpas por las faltas de dicción en el de arriba, es que lo mandé apresuradamente y sin corregir.
Saludos a las dos casas.
Amigo anónimo, lo que dices tiene cierta coherencia, pero yo te diría, que nadie hace el ridículo por escribir lo que se tiene en el interior, yo te animaría a que lo hicieras a cara descubierta, este, por ejemplo ,es un buen lugar, y hay otros donde existe el sistema de taller donde el respeto es una máxima, y se aprende bastante. Anímate, y suéltate, si te gusta escribir, hazlo.
Saludos.
Bego, gracias. Ya lo he hecho aquí, las dos veces del concurso, pero ¡no veas qué apuro!… es que en el fondo soy muy vergonzosa y muy insegura.
Escribir es como un alimento ¿verdad?.
Un abrazo. Anónimo.
Por si te sirve de consuelo, Anónimo, mira la frase que encontré en la última novela de Lorenzo Silva: «…el día en que no temas que lo que estás escribiendo puede ser una gilipollez con la que vas a hacer el ridículo más atroz y a cosechar el más ominoso de los fracasos, ese día funesto en que tu vanidad derrote a tu juicio, estarás acabado como novelista.»
Gracias, Anónimo de ayer, por dos cosas, una por el hecho de dirigirme una nota de ánimo y otra, por enviar ésto tan precioso de Lorenzo Silva que nos enseña a ser humildes y que la vanidad no se apodere de nosotros.
Para ti. «Tras días plenos de lluvia, me empapé y mis lágrimas se diluyeron con ella. Hoy ha salido un sol radiante, pero creo que aunque hubiera estado todo gris, aquí me hubiera encontrado con tu sol».
Te mando una nube que lleva escrito: «gracias».
Y otra, a Bego.
Ahora solo tengo que leer y escribir dos palabrejas bien y darle a enviar.