94. ¡ATENCIÓN! IMSERSO ROJOS- MSERSO AMARILLOS (Asunción Buendía)
En esta etapa de mi vida que alegre y orgulloso me propongo comenzar, la de mi jubilosa jubilación, he decidido hacer un merecido dispendio.
Un crucero.
Del IMSERSO, eso sí.
Rellené ufano la instancia para pedirlo en la agencia, poniendo cuidado en coger la correcta . Unos cuantos impresos con preguntas chocantes que me llevan a pensar que visitaremos países selváticos con algún que otro simio. Incluían fotos, exóticos, pero en exceso peludos y amarillos.
Nunca fue el amarillo uno de mis colores preferidos. Sin embargo desde que puedo recordar, por un defectillo visual, mi mundo cromático se reduce prácticamente a esa azafranada gama, sin ocasionarme jamás confusión o molestia.
Aunque en mi armario la mayoría de prendas tienen ese tono y también el resto de enseres de mi hogar, nunca vi fundamento para la preocupación. Siempre he sido un hombre práctico y no faltándome prendas o mobiliario, todo solucionado.
En estas importantes y enjundiosas disertaciones me hallaba, cuando sonó el teléfono. Seguro que sería para confirmar mi plaza en el crucero.
— Ha sido usted aceptado como instructor de MSERSO
— Cuánto honor, cuánta dicha. ¡Aceptado e instructor!
— Si por su puesto, Macacos Sociables Establecidos y Recogidos SOlidariamente, le dan la bienvenida.
Un problema de visión hace que quien se las prometía muy felices con el primer viaje de su merecida jubilación, termine integrado en una curiosa ONG, solidaria y altruista, dedicada a los primates. No deben tener muchos voluntarios, pues no le han puesto el menor reparo para aceptarle, sin que hayan sido necesarias pruebas previas de aptitud. El suyo va a ser un retiro activo, uno que ni siquiera había imaginado.
Un relato divertido sobre los caprichos del destino.
Un abrazo, Asunción. Suerte
Hola Ángel estaba segura de que comentarías en seguida y como siempre acertado y sabio. Mira que si nos pasa eso cuando lleguemos a la jubilación? Yo por lo pronto ya llevo gafas.
Un abrazo grande y te deseo un feliz verano
Muy divertido ese final. Buen relato Asun. Suerte y un abrazo