43 La plaga
Una mañana el agua del río se volvió rosa. Las orillas se llenaron de curiosos que querían ver el extraño fenómeno; peces de vivos colores nadaban indiferentes al inusitado interés. Un científico llegado de la capital dijo que la coloración rosa del agua se debía a unas bacterias desconocidas. Pronto algunos visionarios del desarrollo pensaron en explotar el hecho insólito. Se construyó un gran hotel, tiendas de recuerdos, cantinas, y se levantaron en las márgenes del río unas casitas con techo de zinc para los trabajadores. En el trajín de la prosperidad casi nadie se dio cuenta de que apenas se veían peces. Algunas mujeres valientes protestaron, pero desaparecieron misteriosamente con una breve reseña en los noticieros. El rumor de la bonanza a orillas del río rosa se extendió por todo el país y atrajo a toda clase de forasteros, buscadores de fortuna, parranderos, tullidos en busca de sanación, mercachifles; una fiebre del oro que se instalaba en barrios improvisados de los que surgían pestilentes afluentes de mierda hacia el río. El agua se volvió gris, sin rastro de vida, pero el pueblo al fin había superado su atraso de siglos y había alcanzado el progreso.
Bien escrito,rico vocabulario,irónico y mordaz. De lectura ágil, abierto a la reflexión y pensamiento. Me ha gustado mucho.