64. Uganda: Rosa sobre negro (Mel)
Mbura es su amigo, su hermano, el que le protege de los empujones y burlas de los demás chicos. Él le rescató de una choza incendiada y sus recuerdos vacíos. Mbura ha prometido que a su lado dejará de ser un crío y le regala cigarrillos que, aunque le hacen toser, le agravarán la voz. Hace un par de semanas que probó el alcohol, ya no lo vomita y le gusta esa sensación de euforia. Eso debe ser crecer porque ayer le entregó un kalashnikov y les acompañó de misión. Fue fácil, sólo apuntar y apretar el gatillo. No dolía nada. Después lo quemaron todo y ataron a los que aún vivían. Mbura dijo que solo le faltaba una cosa para ser un hombre de verdad. Soltaron a una niña y le arrancaron su gomesi dejándola en bragas. Rosas. Ella lloraba y los demás reían. Y entonces recuerda. Makele, su hermana, su amiga. Las bragas rosas. Makele, lágrimas. Mbura, risas. Las bragas rosas, oscuridad, las bragas rosas.
Es cierto, piensa, ya se ha hecho un hombre y sabe usar su nueva arma.
Qué duro, Mel y qué bien escrito con esas frases cortas como fogonazos. Desgraciadamente real.
Hola, Mel.
Relato muy redondo, con final impactante. Bueno, bueno.
Abrazo.
Impresionante, Mel. Las historias de los niños soldados en Uganda son tragedias que los dejan son infancia.
Un beso.
Hola, Mel.
Jo, a mí me has dejado el corazón hecho un higo y el estómago encogido. Es de un realismo difícil de asimilar. Un relato muy bueno, pero el próximo, por favor, uno de alegrías. Para compensar.
Suerte y abrazos.
Un relato redondo, desde la técnica para engatusar a un muchacho, un niño, hasta convertirlo en una mala bestia sin que se dé ni cuenta, a las consecuencias de ello. Se trata de una ficción que bien pudiera ser real, con esos detalles o con otros similares, la prueba de lo bien construido y transmitido que está es el regusto amargo que queda tras leerlo.
Me temo que como privilegiados habitantes de un mundo diferente poco podemos hacer, pero es una historia para sacudir conciencias y mover a poner remedio a un problema muy real y presente.
Un abrazo y suerte, Mel
Una historia de infancias robadas, de vidas rodeadas de violencia y muerte. ¡Qué bien lo has contado! Un relato que estremece e invita a la reflexión.
Enhorabuena, Mel. Te deseo mucha suerte.
Besos apretados.
Qué dureza y por desgracia real. Has reflejado la vida en esos lugares que utilizan a los niños y niñas para el convenio de los ambiciosos dirigentes. Mel, has conseguido encogerme el ama. Es un relto muy bueno. Felicidades y suerte.
Besicos muchos.
Tremendo, me ha dolido el alma. Qué bien narrado. Un beso
Hola Mel, durísimo relato que seguramente ha ocurrido así en alguna ocasión. Cuesta leerlo y hay un momento en que creas la esperanza de que algo cambia en el muchacho y no acabe aceptando ese destino que se le ha dado.
Ojalá fuera así para tantos niños soldados del mundo real.
Enhorabuena por tu relato. Besos
Duro relato sobre el mundo de los niños soldado y la vulnerabilidad en situaciones extremas… y los recuerdos vacíos. Solo la recuperación de un recuerdo profundo y emotivo devuelve algo de su identidad al protagonista… para poder actuar por él mismo. Tu micro me ha impactado.
Enhorabuena, Mel.
Un abrazo y mucha suerte.
Qué duro es ser niño en esos países, y para las niñas es además un auténtico infierno, a merced de ellos. Tremenda historia pero tan bien escrita que una no puede dejar de admirarla. Felicidades y mucha suerte, que la tendrás. Bea.
Una sacudida en cada frase, como un latigazo. Ufff, Mel, qué bueno y qué duro.
Suerte y beso,