Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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02. Disoluciones

Nací con una ciénaga en las entrañas. Cuando cumplí un año, mi padre se marchó de casa avergonzado. Dicen que no pudo soportar ni un día más que el fango de mi llanto le embadurnara la camisa. Mi madre siempre trató de quitarle importancia y me aseguraba que yo era hijo del Rey Tritón.

Los médicos analizaban desconcertados  el limo lleno de gusarapos que corría por mis venas y mi orina color café. Como nadie sabía decirme por qué el barro ensuciaba todo en mi vida, lo de ser mitad anfibio me pareció lo único verosímil. Andaba buscando algún pantano recóndito al que huir en soledad, cuando te conocí.

Eras luminosa y transparente. Y no sé cómo lo hiciste, pero tu naturaleza cristalina y sin manchas contrarrestó mi existencia lodosa. Poco a poco, con la efervescencia de tu saliva, mis fluidos se tornaron claros y llevaderos.  A su vez, tu carne incolora comenzó a broncearse y perder fragilidad, y abandonaste tu forro de algodones.

Encantados  con  la extraña simbiosis de nuestras rarezas, intentamos vivir como personas vulgares. Y un día, paseando por el parque de la mano, nos dimos cuenta de que, por fin, la gente había dejado de mirarnos.

44 Responses

  1. ¡Qué bonito, Eva!
    Qué difíciles son algunas vidas, pero qué bien cuando encuentran alguien con quien vivir a gusto. Vamos, lo que queremos todos, pero para estar «a gusto» a algunos la vida se lo pone más complicado.
    Me encantan tus historias y como las cuentas 🙂
    Un beso.
    Carme.

  2. Si te fijas un poco en las personas, las observas más de cerca luego y al final, las intentas comprender, hay más de una pareja que se parece a la que describes, que, por cierto, lo has hecho muy poéticamente y mira que el color marrón no es muy de poesía que se diga.
    Felicidades y suerte. Un beso Mediterráneo.

  3. Ángel Saiz Mora

    Aquello de que «siempre hay un roto para un descosido» podría decirse que, en su esencia, late en este relato, pero sería una manera inapropiada de etiquetar un texto tan bien narrado, con una sensibilidad envidiable, la historia de dos almas complementarias que se ajustan en perfecta simbiosis, convirtiéndose en un solo ser, al tiempo que ambas partes superan sus pequeñas o grandes miserias de serie hasta lograr un ensamblaje perfecto.
    Congeniar es un pequeño milagro que eleva a las personas más allá de sus limitaciones, disolviéndose uno en otro, física y espiritualmente.
    Uno de esos relatos que me hubiera gustado escribir a mí.
    Un abrazo y suerte, Eva

    1. Eva García

      Ángel, creo que con lo que tu escribes es suficiente para demostrar tu buen hacer. Congeniar y encajar con alguien así, como dices, da fuerzas para superar lo que sea. Un beso grande y muchas gracias.

  4. Salvador Esteve

    Dos vidas que se ensamblan en una fusión de emociones y sentimientos. Uno hace más especial al otro. Me ha encantado, Eva. Un abrazo y suerte.

    1. Eva García

      Gracias Salvador. Jugué con la idea de meter la palabra normalidad en alguna parte del relato o el título pero…¿qué es lo normal? Un abrazo.

  5. Bea Porro

    Una criatura preciosa la que has sacado a la luz. Es como el sentimiento que despierta una pequeña llama en un oscuro camino: hermoso y esperanzador. Me ha gustado cómo lo has construido y el mensaje que encierra. Un saludo, Eva.

  6. Milagros Sánchez

    Una historia muy bien estructurada y con un mensaje esperanzador.
    Nacer en una ciénaga y arrastrar el lastre a sus espaldas, no es nada fácil. Sin embargo, viéndolo desde otra perspectiva y siendo conscientes de su belleza interior, dicha protagonista logró ser correspondida al reconocerse, como en un espejo, en su cómplice sentimental y de esta forma producirse en esa mágica marmita de la vida llena de amor, aquello tan asombroso, que permitió la simbiosis de sus rarezas.
    Cariñosos saludos, Eva y te deseo esa suerte que te mereces. 🙂

    1. Eva García

      Gracias Milagros. Celebro que te haya gustado el cuento del cenagoso y la cristalina. Dos medias naranjas no tienen por qué ser iguales, no. Un saludo.

  7. Hola, Eva! Se me había pasado tu relato (se me pasan muchos) y al salir los resultados me he lanzado a devorarlo, como devoro todo lo que escribes. Creo que poca gente escribe con tu delicadeza, tu capacidad descriptiva y tu imaginación. Este micro es deliciosamente visual y has conseguido elevar a ese color feote y tristón que es el marrón.
    ¡¡Brutal relato!!
    Merece estar ahí.
    Felicidades!!!??????

  8. towanda

    Guau, qué pedazo de historia la de estas dos almas que se fusionan o diluyen hasta el resultado final. Qué bonito llegar a ser feliz lejos de las miradas dañinas de los demás. Enhorabuena, queridísima.
    Un abrazo inmenso.

    1. Eva García

      Hola Towi. No te digo na y te lo digo tó. Cuántas veces es mejor no sobresalir en el campo de trigo para que no te cercenen… Un requeteabracísimo guapa. Gracias.

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