626. COMO SI…, de Raiz 3
Como si de un vehículo se tratara el viento me lleva de viaje por el mundo sin yo saberlo. Así parece que perpetúo la especie que en mi interior cobijo, eso sí siempre y cuando logro germinar y desarrollar el crecimiento de la existencia, para lo cual es necesaria cierta humedad y un suelo nutrido y acogedor. En ese camino del aire estaba cuando recalé en un lugar en el que el viento se convierte en música celestial, dónde no es necesario más que parar para poder asentarse y reposar como semilla de mi especie, junto al río que lo atraviesa, para con la humedad precisa poder crecer, desarrollar la estirpe de mi linaje que viene desde un lugar hermano pero lejano del otro lado de la montaña, pero que el viento y el azar me llevan a poder enraizar en este bosque de hayas, al que un helecho como yo podrán aceptar. Formo parte de este paraje, para a la orilla del río tratar de embellecer con mi verde y mi frescor, participando de la melodía que con el paso acompasado del viento acertaré a tocar junto con las demás hojas de los pobladores de este mi nuevo hogar.