606. UN FINAL DIFERENTE, de La Cabaña
Giré en redondo con brusquedad y me adentré en la espesura del bosque con la rapidez que mi dañado cuerpo me permitió, zigzagueé entre los árboles sabiendo que cada segundo ganado era un instante más de libertad mientras en mi cabeza se agolpaban las imágenes que anhelaba borrar para siempre. Con cada huella impresa en la tierra dejaba un rastro rojizo que se diluía lentamente intentando camuflarse entre los colores del bosque y que sin embargo me delataba ante mi cada vez más veloz perseguidor ya acostumbrado a desplazarse entre el follaje… El disparo retumbó en mis oídos a la vez que un agudo dolor se apoderaba de mí. Esta vez había acertado de lleno, mi maltrecho cuerpo cayó al suelo y mis ojos empezaron a cerrarse, justo en ese momento vi la cara del cazador que unos minutos antes había acabado con la vida de mi madre. Este fue el verdadero final de la historia, aunque a los niños no les cuenten lo que realmente le pasó al cervatillo…