71. Técnicas para eliminar lo innecesario
Silvia regresa del trabajo caminando por la acera tostada de la calle Arenal. Entra en casa, y deja un libro prestado sobre la mesa donde Roberto sirve en dos platos lentejas de ayer. Intercambian monosílabos en morse, y mastican pensamientos recurrentes, implorando novedades en el móvil. A los postres, ella abaniquea el libro, dejándolo expuesto en una página al azar… Técnicas para eliminar lo innecesario. Tras un vistazo superficial pero curioso, deciden probar. Primero doblan cuidadosamente la atmósfera, y el aire se expande como un pecho embalsamado de eucalipto. Luego apagan el silencio, y se les trenzan las voces, las palabras hacen pompas de jabón. Retiran los años caducados y pintan los minutos. Los muebles de nogal recuperan su esplendor. Prescinden del espacio, se aprietan en un grano de arena. Y se les trenzan las lenguas. Por el pasillo se despojan de prendas que no les harán falta. Encienden el horno. Amasan sus cuerpos. Se dora la luz, como el pan de sus orgasmos. Despejan el volcán sepultado bajo la ropa sucia de la alcoba y exhaustos, descansan sobre los pétalos de sus cenizas, exudando recuerdos.
Piensan comprar el libro, para seguir tomando notas en la piel del otro.
Es distinto e interesante tu relato
Saludos
Muchas gracias, Ángel. Un abrazo.
Pura metáfora empapada de poesía y sensualidad. Un cuadro hecho con palabras en flor.
Qué hermoso comentario… mil gracias, Edita. Un abrazo.
Seguir tomando notas en la piel del otro, eliminando todo aquello que nos distrae.
Precioso!
Mil gracias, Cristina. Un abrazo!
Florido relato, tiene su hermosura.
Muchas gracias de nuevo, Ángel. Un abrazote.
La idea es brillante, inspirada seguramente en las Instrucciones para subir una escalera de Cortazar pero con un tratamiento originalísismo y mucho más profundamente surrealista, como un cuadro de Dalí. Me ha encantado este relato, se sale sin duda de lo común, espero que tengas suerte.
Mil gracias, Djuna, por tan amable y precioso comentario. Un abrazo!