102. Leer, soñar, crear
Las bibliotecas son mundos paralelos donde se esconden las verdades y mentiras del universo. Bucear entre ellas te puede llevar la vida entera, o tan solo una tarde si consigues encontrar la respuesta que necesitas. Lo creí fervientemente durante toda mi existencia cada vez que me colaba en este salón lleno de estanterías de roble americano donde se alineaban cientos de ejemplares de cuero oscuro y olor inconfundible. Esta habitación, en la casa familiar, se fue haciendo más pequeña a medida que quienes pasaban por ella iban creciendo. Pero mi búsqueda nunca perdió intensidad. Un día, sin saber cómo, mis sueños se volvieron ocres, como las páginas de los antiguos tomos apergaminados, y mi piel adquirió una tonalidad chocolate, igual que la del viejo sillón de lectura. En ese momento, nuevos secretos entrarían a formar parte de este lugar. Lo supe cuando aquel hombre dejó su libro sobre la mesa para sentarse a escribir. Me encontró dormida y parpadeando sobre una pluma estilográfica. Así el escritor despertó a su musa. Y yo descubrí mi verdadera naturaleza.