533. TÚ Y YO, de No Ardilla
Erase una vez Yo.
Yo quería ser Tú.
Un día decidió contárselo y quedaron para pasear por el bosque.
– Verás, Yo, en realidad ser como yo es bastante aburrido. Me paso el día podando árboles…además, si tú fueras Tú, ¿yo quién sería? ¿Yo?
– Pues sí. Estoy cansado de ser pequeño, blando y con voz aguda. Tú eres alto y fuerte, tienes voz grave y…
– Para eso sólo tienes que esperar.
Yo se sentó bajo un naranjo por si el tiempo tardaba en llegar.
Le entró hambre y comió muchísimas naranjas. Después le entró sed y bebió savia. Cuando le entró sueño apiló las ramas más bajas para descansar.
Al despertar le dolía todo el cuerpo; miró sus manos y vio lo grandes que eran, gritó y comprobó cuán grave se había vuelto su voz. Fue corriendo a buscar a Tú y le encontró sentado bajo un viejo chopo ya reseco.
– ¡Tenías razón! – Tú se limitó a mirarle en silencio y a sonreír agarrado a su bastón- ¿Qué te pasa?
– Ya no puedo levantarme – Dijo Tú con un hilito de voz – ahora soy pequeño, blando y con la voz aguda…el tiempo ha pasado por los dos.