511. HERENCIA, de Lithobates
Erase una vez un niño que plantó un árbol chiquitito en su jardín. Cada día lo regaba, lo rodeaba, saltaba a su alrededor y cada semana medía su crecimiento. Al principio, el niño creció más que el árbol pero, con el tiempo, no pudo abarcarlo con su abrazo. El niño fue padre, abuelo… y sus hijos, sus nietos… siguieron la tradición y cada uno de ellos plantó un árbol junto al suyo. Así de generación en generación. Hoy nos toca a nosotros.
Buena herencia. Bonita historia.