465. AMIGOS, de Boletus Edulis
El río estaba seco antes ya de empezar el verano; en primavera no había llovido prácticamente nada. El bar estaba lleno antes incluso de empezar la mañana, los hombres tenían prisa por abandonar sus casas. El bosque estaba solo desde antes de que el río se secara y continuaba estándolo cuando los hombres abandonaban el bar. Solamente un niño, disfrazado de niño, iba todos los días con una botellita de plástico llena de agua para verterla a los pies de un pequeño pino, que sobrevivió aquel verano gracias a eso.
¬Cuando sea mayor, te regalaré mi sombra -le prometió el pino.
Esa tarde, al llegar a casa, el niño escondió el hacha de su padre.