15. IZQUIERDA ÁUREA (Mariángeles Abelli Bonardi)
El barrilete volaba hasta su cuna y tocaba sus labios con la punta de su cola… Prolijamente, en espejo, escribe ese sueño que tuvo de niño y se pregunta:
¿Por qué el ojo ve más nítidamente en sueños que con la imaginación cuando está despierto?
¿Por qué su vestimenta de tonos rosáceos les resulta a los demás tan provocadora?
¿Por qué Salai— el “pequeño diablillo” de diez años que lo ayuda en el estudio— lo exaspera y conmueve en igual medida?
¿Y por qué teme que su vida se reduzca a tan sólo una montaña de cuadernos?
Dibuja al Hombre de Vitruvio y prosigue escribiendo:
“El ombligo es el punto central natural del ser humano. En efecto, si se coloca un hombre boca arriba, con sus manos y sus pies estirados, situando el centro del compás en su ombligo y trazando una circunferencia, ésta tocaría la punta de ambas manos y los dedos de los pies.»
«La belleza— concluye Leonardo— perece en la vida pero es inmortal en el arte.”
Pocos genios tan completos y personales ha dado la Humanidad, en los que se reuniesen tantas virtudes como en Leonardo Da Vinci, el modelo de artista del Renacimiento capaz de hacer muchas cosas a la vez, todas innovadoras, pero, sobre todo, como bien destacas en este estupendo relato, supo ver mejor que nadie la belleza, no solo eso, también tener muy claro que el arte no es otra cosa que ese afán de eternizar que siempre tiene el ser humano, que no puede aplicarse a sí mismo, pero sí a sus obras. El hombre de Vitrubio es el modelo de proporcionalidad por excelencia.
Este merecido homenaje a quien supo ver y remarcar la belleza como nunca nadie antes, combinada con ciencia y geomería, se complementa con elementos de su biografía, como la mención a su ayudante inseparable, Salai, como también, su costumbre de vestir túnicas rosas, una muestra más de que era diferente, un visionario.
Un abrazo y suerte, Mariángeles
ÁNGEL querido, creo que ningún homenaje a Leonardo Da Vinci- el «bello genio» por excelencia- es poco. Hace unos meses tuve la suerte de estar en Firenze, en una muestra que se hizo con motivo de los 500 años de su muerte y allí me encontré con sus estudios, pinturas, bocetos, y también con una selección impresa de esos cuadernos donde supo plasmar, con su «izquierda áurea», sus reflexiones y dibujos sobre todo y sobre todos; y en ese hallazgo me basé para escribir el micro, que me encanta que te parezca estupendo.
Otro abrazo y suerte para vos,
Mariángeles
Hola, Mariángeles.
Has elegido a un gran creador de belleza para tu relato. Un personaje realmente destacado de las artes y las ciencias. Gran frase final.
Espero que tengas un año estupendo, lleno de belleza y salud. Un gran abrazo.
Hola, BARCELÓ. Bastó que viera la imagen de La Gioconda inaugurando el tema de la belleza para saber que era de Leonardo que tenía que escribir… Y sobre la frase final, fue una gentileza de esta casa enteciana, que puso en marcha la imaginación regalándonos frases de grandes artistas, entre ellas, la que elegí para cerrar el micro…
Que los deseos de un año lleno de belleza y salud te vuelvan multiplicados.
Otro abrazo par vos,
Mariángeles
Con esa «izquierda áurea» escribía Leonardo en sus cuadernos privados utilizando el sistema especular. En tu relato asistimos a sus sueños, a sus reflexiones y anotaciones. Enfocado en «El hombre de Vitrubio», concluye que la belleza es fugaz en la vida e «inmortal en el arte», como lo es su genial obra artística.
Merecido homenaje al gran maestro renacentista.
Besos, Mariángeles.
Hola, CARMEN. Siempre digo que los zurdos vamos a contramano del resto del mundo y, por esa razón, a las cosas las vemos y las escribimos «desde el otro lado»… En el caso de Leonardo Da Vinci, parece ser que escribió en espejo desde niño- cosa que dejaba boquiabierto a su maestro- porque al ser zurdo era más fácil para él, pero se sabe que de grande siguió con la escritura especular porque era difícil de leer y eso evitaba que robaran sus ideas… Yo no escribo en espejo, pero creo que el hecho de ser zurda me hermana en algo con él (y entre nos, espero que algún día se me pegue un poquito de su genialidad, jaja).
Me alegra que el micro haya sido de tu agrado.
Besos para vos,
Mariángeles
Precioso homenaje a quien, sin duda, sabía mucho sobre belleza.
Mucha suerte y un abrazo.
¡Muchas gracias, ANA! Y no se quedó en la belleza solamente, porque por fortuna para todos nosotros, gracias a su genialidad, Leonardo dominó también la anatomía, la arquitectura y la ingeniería, entre otras muchas cosas (el aeropuerto de Fiumicino, en Roma, exhibe a escala natural, entre varios inventos suyos, el prototipo de un planeador y el de un helicóptero).
Gracias por pasar a comentar, me has alegrado el día.
Otro abrazo y mucha suerte para vos,
Mariángeles