415. UN CUENTO DE PRINCESAS, de Princesa
Un día le conté a mi niña un cuento que empezaba así:
Caminando por el bosque, se me acercó un gnomo,
…si claro un gnomo pensé, a ver como le explico a mi niña,
qué es un gnomo.
Mejor le contaré que los siete enanitos y…,
claro después ella querrá que la lleve a verlos.
Tal vez, un día una princesa, ¡sí eso esta bien!.
Una princesa…
– ¿Cómo se llamaba? -preguntó susurrando,
– Julia, – le dije a media voz.
– Papá ¿Es verdad que mamá también fue princesa?
– ¿Por qué preguntas eso?
– Porque ella me contó, que antes de que yo naciera,
ella lo era todo para ti,
– y a ti… ¿te alegró saberlo?
– Sí y no.
– ¿Por qué sí y por qué no?, -le pregunté.
– Sí porque así sé, que si fue tu princesa
vivió tiempos maravillosos.
¿Y por qué no? pues porque sólo yo
quiero ser tu princesa.
La miré durante mucho tiempo.
Tenía los ojos cerrados,
una lagrimita le resbalaba.
La princesa ya estaba dormida.
Me levanté sin hacer ruido
y me fui para mi cama.
Besé a mi mujer y le dije:
¡Te quiero princesa¡
pero ya dormía.