413. HADA, de Lechuza
Un hada estaba estatuificada en una cadenita que llevaba Cora. Estaba a la espera de un apuesto príncipe que la liberaría…
Cora quería ser un hada, por eso tenía ese collar.
Un brujo del bosque le iba a entregar a un corcel alas. Cuando la enamorada de Cora lo supo, desafió a pelear al corcel para obtener dichas alas. Le ganó, y se las dio a Cora, pero no las quiso. Entonces su enamorada decidió aprender a volar con sus brazos, para luego enseñarle a Cora. Sabía que no lo lograría, pero ella valía la pena. Practicó pero no lo conseguía. Tanto que cayó al agua, vio a la raya volar. Le enseñó a ser un hada del agua del bosque, pero Cora dijo que le faltaba la magia. Tenía razón, las hadas tenían un polvo mágico que esparcían y despertaban a las flores dando apertura a la primavera. Su enamorada notaba algo especial en ella, que, cuando volvió a respirar, le llegó el perfume que Cora irradiaba y llegó la primavera y su enamorada se despertó. Así Cora se enamoró de la flor y el hada de su cuello fue liberada dando lugar a un hada en el corazón.