88. Carpeta 7. Archivo personal. (David Fernández)
Levanta la sábana de plata para ver la cara amoratada a otra chiquilla. A esta, le han encontrado todavía con el cuerpo caliente a un lado de la carretera al pantano. Cuando la depositaron en el anatómico forense le declararon que hicieron lo imposible para reanimarla. Solo, en la sala de autopsias, es consciente de lo inútil del gesto.
Cada vez más jóvenes, reflexiona mientras sujeta el bisturí repasando las huellas en la piel. Ya han pasado catorce por sus manos, veinte desaparecidas en siete años. Al principio se apresuraba, rellenaba su informe y se emborrachaba de vuelta a casa. Ahora mantiene las apariencias. Siente calor al manejar el instrumental y jadea detrás de la mascarilla cuando les retira la ropa. Seguía viva cuando la depositaron en el arcén. Su sexo acusa el golpe. Boquea. Apenas puede contener la erección. Siempre le dicen lo mismo, un animal, un iletrado analfabeto que devora a púberes. Antes sentía repugnancia. Ahora codicia que le llame el juez de turno. Contesta con voz afectada, ha depurado la pose. Guarda tres fotos para él, la espalda, el pecho y las plantas de los pies. Ahí es donde el asesino las marca. Para disfrute de ambos.
Buen micro de presentación en ENTC! Me gusta 🙂
Bienvenido.
Dicen que nadie es de piedra, eso todo podemos entenderlo, pero este forense deja mucho que desear. Del fetichismo, que traspasa las barreras de su trabajo, a parecerse demasiado al agresor de esas pobres muchachas parece haber, tan solo, un hilo demasiado fino. Ese «archivo personal» no debería existir. Al final va a ser verdad que, como suele decirse, todo lo malo se pega.
No estoy seguro, pero al ver tu nombre y el comentario anterior, me he dado cuenta de que quizá nos hayamos conocido hace pocas semanas, justo antes del confinamiento, en el encuentro enteciano. Si es así, me alegro de que hayas dado este paso y de haber leído el relato con el que te estrenas, y si no, también.
(Aprovecho para decirte que hay una pequeña errata, que puedes editar y rectificar, cuando dice: «‘Al’ un lado de la carretera»).
Un saludo y suerte, David
Buenas Ángel. Gracias por leerme y comentarme. El typo ya esta corregido.
Sí tuvimos el gusto de coincidir el fin de semana en Comillas.
Nos encontraremos más veces. Un abrazo y salud para todos.
Los pelos como escarpias, David. Te has marcado un relatazo para comenzar. Con ese personaje tan siniestro que va enseñando la patita poco a poco.
Un abrazo.
Bienvenido, David! Tremendo arranque el tuyo, le deseo mucha suerte a esta historia de mala gente, con malos vicios, y buen final.
Un abrazo
¡Bienvenido, David! Grandísimo comienzo.
¡Suerte!
Besossss
David, bienvenido!! Gran relato en tu debut. Me ha gustado. Mucha suerte y un abrazote.
Gracias por leerme. Y también muchas gracias por vuestras palabras y vuestro cariño.
David, de un relato siempre espero que me «sacuda». Y el tuyo me ha dejado… uf… brutal tu propuesta, me parece muy buena. Te deseo mucha suerte. Abrazos.
Hola, David. No sé si anteshabía leído algo tuyo, pero hoy sí.
Tu micro es tan turbio, tan oscuro y estremecedor que te vas tragando palabra por palabra, a pesar de que cada una de ellas te hace sufrir…
Un registro que solemos ver más en relato y, sobre todo, novela, pero que creo que merece la pena explorar.
Gran micro! Suerte!