312. NUESTRO BOSQUE, de Buganvilla
El día es agotador, las horas y los minutos se desvanecen antes de que podamos tomar conciencia de ellos.
El tiempo pasa sigiloso, escondido y nadie le ve. Las carreras y el estrés se agolpan en nuestra vida diaria y ni tú ni yo, somos capaces de tomar aire y mirar a nuestro alrededor. Cuánto trasiego de gente, de vidas sin saborear.
El bosque nos espera una noche más para escuchar nuestras historias, para entender nuestros vaivenes. Paseamos bajo la luz de la luna, mientras los búhos escuchan atentos nuestros dilemas y nuestros proyectos.
En un susurro me cuentas tus aciertos, en un suspiro te cuento mis anhelos. No debemos molestar a las aves que pronto madrugarán.
Escuchamos el silencio, el aire huele a paz.
No sabemos, no podemos, no queremos vivir lejos de nuestro bosque, el que nos espera cada noche para escucharnos, para regalarnos esas horas y minutos que el día nos roba sin compasión.