35. GLAMUR (Pilar Alejos)
Enjuga sus lágrimas con la toalla tras vaciar el contenido de su estómago. Es demasiado tarde para volverse atrás —piensa Elena, mientras refresca su cara descompuesta—. Se lava los dientes para eliminar el sabor amargo de la duda. Después, oculta su rostro bajo una gruesa capa de maquillaje hasta dejarlo irreconocible. Con mano temblorosa, dibuja una línea negra sobre sus pestañas postizas. Exagera tanto sus rasgos que logra convertirse en una persona distinta. Pinta en sus labios una sonrisa permanente de rabioso carmín, dando así por terminada su transformación camaleónica. Luego, se viste con ropa llamativa muy alejada de su estilo y se calza esos zapatos imposibles, con los que tanto le cuesta andar. Por último, se coloca una peluca rubia.
Sonríe satisfecha al verse en el espejo. Ha llegado el momento de saber si es una excelente profesional. En su bolso lleva todo lo necesario para hacer feliz a cualquiera, incluso a los más exigentes. Avanza por el pasillo hasta el final. Llama a la puerta con su mano enguantada. Está dispuesta a darlo todo en su debut.
Entra en la habitación enfundada en su bata blanca, decidida a regalar alegría con su enorme nariz roja.
Buen giro, Pilar. Un abrazo y suerte.
Mil gracias por tus palabras, Aurora!
Besos apretados.
Esta mujer, que tanta importancia parece dar a su aspecto, que cuida de forma meticulosa, nos deja con la duda de la profesión a la que se dedica, aunque es difícil no pensar en una en concreto, basada en el placer. Vemos que no íbamos desencaminados cuando, al final, confirmamos que entre sus funciones está la de aportar algún momento de dicha, pero nos sorprende conocer que es una profesional de la sanidad, que a su trabajo, hoy más valorado que nunca, une el entretenimiento, la intención de proporcionar un poco de felicidad a algún niño enfermo, gracias a una apariencia y una actitud festiva y chistosa. «Regalar alegría», qué buen objetivo.
Un abrazo y suerte, Pilar
Así es, Ángel. Es mi pequeño homenaje a los payasos de hospital, que se dedican a hacer reír a los niños enfermos. Todos sabemos lo beneficiosa que puede ser una sonrisa.
Mil gracias por tu comentario.
Besos muy apretados, amigo.
Estupendo micro Pilar. El final está bordado. Mucha suerte
Muchísimas gracias por tus palabras, Asenjo!
Besos apretados.
Nos llevas a lo que creemos, pero el final es un giro inesperado, un puñetazo final muy bueno. Suerte y un abrazo, Pilar.
Muchísimas gracias por tu comentario, Pablo.
Besos apretados.
Pilar, genial relato, narrado de forma extraordinaria.
Tus letras nos envuelven en una estupenda historia y nos llevan a un final que nos sorprende con ese giro final.
Te deseo mucha suerte.
Muchos besos.
Muchísimas gracias, Javier, por tus palabras.
Si he logrado sorprenderte, objetivo conseguido.
Besos muy apretados.