204. EL HORTELANO, de Oso
Vivo en el bosque. En mi cabaña apenas hay muebles. Sólo una cama desvencijada, unos pocos utensilios de cocina y algunas cestas de mimbre que utilizo para recoger lo que planto en el corral trasero, junto a los robles. Sólo así puedo leer, rodeado de paredes desnudas. Silencio y rumor de viento en los árboles, fuera. Silencio y rumor de hojas impresas, dentro. Vacío que se llena con las historias de los libros que devoro. Los cultivo yo mismo. Hago un agujero, echo algunas palabras inconexas, riego, fertilizo y en unas semanas crecen unos libros grandes y hermosos. Al principio me gustaba la poesía y abonaba las letras con alas desmenuzadas de mariposa pero cada vez me gusta más el ensayo. Así que, he tenido que cambiar de abono. Lo consigo en el pueblo. Acecho a algún vecino, lo degüello y después lo entierro en el huerto.