NOV24. PAVO A LA LUNFARDA, de Nieves Martínez Menaya
“En tomando al plumado por el cuello, se le amaga en confianzas para que este no se desoriente. Una vez desvenzurriado, se le esloma, achamaca y brandulia hasta que no desdiga el aguachine. Tras el tumbo, que debe demorarse un par de días, se le acerca al puchero, que hierve en parpadeos. Una vez el barreño exhauncie suculencias, se envolquia la fricondia cortada en buenos zanquios; se salpindurria la cimborria a cachos mondos y se procede a fiambrar las julascas para que no se amarlonguen. Fínese el fuego endejándolo en escueto purgatorio y procédase a emplatorar, cuidando no se acanallen almarañas. Se puede acompañar de acordes longüos , a más de jarilús bajo la mesa.”
Cuando Francisco Beltrán, tras leer su receta subió al estrado a recoger el premio, la prensa y el jurado esperaban atentos sus preciadas palabras. Él nunca supo cómo le hubo de desbordar la fama hasta tal punto. Su “Casa Paco. Menús” había traspasado las fronteras de lo cotidiano. Al fin y al cabo – pensaba- él solo la había encontrado en un viejo cajón de su difunto tío Julio.
Pues gracias entonces al tío Julio.
Qué manera de jugar con las palabras…
Felicidades!
Suerte
Saludos
Gracias a vosotros , que os detenéis aquí. Jugar, eso es, jugar hasta en el verso. Inolvidables juegos los tuyos, con palabras
Me encanta la receta, qué maravilla de vocablos, este mes lo estáis poniendo muy difícil. Un abrazo.
El mérito, de Julio Cortázar. Nosotros, como ves, torpes imitadores, como en mi caso. Juego, puro juego, al menos.
Muchas gracias, Ana, con tu maleta prodigiosa 😉 😉
Ya quisiera yo probar de ese guiso que no me veo capaz de realizar. No obstante, tomo nota de la receta. Puede que encuentre traductor algún día .
Me ha encantado.
¿sabremos alguna vez de donde surge?
Maestra. Un beso.
En guisos peores te he visto yo verter maestría, amigo Ricardo, Y sin traductores, ni intérpretes ni libros de magia que te amparen .
Para secretos y magias ,los tuyos, con tus Macondos propios y otras recetas.
Artista. un beso
Te ha quedado sulibeyante.
¿Por qué no te ofreces a escribir las cartas de los menús de los restaurantes peruanos?
Después de leerte me he puesto el disco de la piragua de Guillermo Cubillos… en las playas de amor de Chimichagua.
Con este escrito has demostrado ya, dominar todos los géneros y subgéneros literarios.
Estupendo Nieves. Guarda la receta para Hoz. ¿quién compra el pavo?.
Besos. Este mes ganas y ya sabes por encima del guiso una pizcúrria de marmoleda de arandianos.
Jo, Jesús,te veo inspirado esta mañana, desde tan prontito. Qué bonito todo lo que dices.Yo no compro el pavo, que como ves, tiene que estar vivo.
«…. una pizcúrria de marmoleda de arandianos…..! qué guapo!
Espero el tuyo como agua de Noviembre, que aquí no veas.
Nieves, precioso relato, mucha suerte, saludos.
Estás invitado al guiso.Y con buen vino! Gracias por bucear hasta aquí
Muy acertado relato. Fantástica verborrea con la que me pongo, insoflauto, a buscarles y escribir sus de cajón etimologías.
Y ahora, una maldad. ¿El mérito de Cortázar o de Antonio Ozores?
No te habrás tomado una » rayuela», verdad? Pero hombre, Marcos, esto hay que leerlo con el peine con el que veíamos Canal + !! 😉
Y yo que pensaba que íbais a preguntarme por los » jarilús»…..
Buen homenaje a Cortázar que creo, le hubiera encantado por el espíritu juguetón.
Espíritu juguetón….. gracias Paloma ., a mí sí que me ha encantado que hayas pasado por aquí!
Original receta, tomaré nota para Navidad. Enhorabuena.Nuria
Nuria, pero síguela al pie de la letra. , que no te cuento lo que me pasó cuando la hice para 15 invitados 😉 Yo es que me salté pasos, y claro……
Graciaas, Ana. Gracias por pasar. Me hace mucha ilusión tenerte por aquí.
Un abrazo!
¡Buenísimo!, el relato y seguro que el pavo también, aunque las instrucciones me temo que están poco claras…
jaja!
Un abrazo
Pues se impone sentarnos a la mesa a comer surrealista, como cualquier otro invitado de esos de Buñuel. Lo pasaremos bien!!
Gracias Caballer@ oscur@, que no sé quién eres , pero más morbo ( G* tal vez?)
Los ingredientes de este guiso de palabras son exquisitos.
Un alarde de ingenio.
Suerte y recibe mis saludos.
A.J.R. Qué bien tú por aquí! Estás invitada al festín ( aunque por si acaso, tráete el teléfono de Telepizza). Comer no comeremos, pero nos lo vamos a pasar…. Un beso
Curioso que es uno. Intentando localizar información, he escrito «jarilús» en google y…. ¿¿¿¿¿que nos sale?????
Espero conocer algo más en el futuro que hoy no está nada claro.
Ricardo, no quiero ni mirar en Google, que es que me la he inventado yo, como el resto, y cualquier parecido con la irrealidad, es pura coincidencia.
Pues gracias por preguntar. Como pista te diré que » acordes longüos » , como bien suponías, es musiquita de fondo, ya sabes, violines y todo eso .Y a partir de ahí ….jarilús bajo la mesa., como muy bien habías adivinado.
Nieves, es musical y ritmico tu cuento, ademas de ingenioso y trabajado. Suerte y saludos
Oh, cielos! se agradecen tus epítetos. Breve pero intenso, como debe ser
Impresiona la facilidad que tienes para pasar de un registro a otro. Este, ayudando al lector para que se introduzca en las selvas amazónicas, con una buena colección de setas oriundas alucinógenas y un plumado desvenzurriado de comparsa. Desde lejos, hasta huele y borbotea a escondidas. Muy bueno lo tuyo.
Untalmiguel , buscador de palabras y sensaciones que se le claven a uno sin compasión, como una saeta impregnada con el dulce veneno de la vanidad. Tengas o no razón, nos convertimos en desvalidos adictos a tus lúcidos comentarios. Tú también,todos estáis invitados a esta mesa surrealista en la que lo de menos es el pavo que hierve a parpadeos.
Nieves, yo voy a saltarme más pasos de la receta que tú. Voy a coger al sujeto por el cuello(o sea sujetarlo) , tumbarlo, hacer eso del fuego que dices, y ya bajo la mesa pasar a los jarilúses, a ver si hierve, o al menos parpadea.
Espero otra para nochevieja o año nuevo.
Muy divertido y exquisito, como siempre. Suerte y abrazo.
Eso sí, Antonia, acompañado todo ello de unas virutas de jamón (con tu permiso). Y ya me contarás qué pasa con el sujeto y los jarilús. 😉
Si no en Macondo sí en Buenos Aires a ritmo de bandoneón más que de violín es donde yo probaría tu receta.
Mi interés por el tango me llevó al Lunfardo pero en mi diccionario no constan los métodos que relatas en la receta. No dudo de tu talento para inventarte esto y más pero la curiosidad…
Me imagino, Ricardo, esta receta insoportable a ritmo de de violines y se me quita todo el romanticismo.
No creo que exista en la jerga lunfarda ni una sola de estas palabras, pero de haberlas, espero que coincidan con la intención de la receta. De lo contrario, no quiero ni pensar lo que podríamos llegar a comer Agggg!
A mi me han encantado los jarilús del tío lunfardo de Paco. ¡Que capacidad, chica! la receta muy apetitosa no suena, pero el relato se sale. Un abrazo y suerte
De modo que te han encantado los jarilús que se aconsejan en la receta, Eva Ge Eme………..ya. Pues eres la primera que sabe qué son 😉
Un abrazo !
Nieves, no te me escapas ningún mes en entc. Esta receta no debería caer en el olvido, me apunto a la cena cuando la hagas y a los jarilús debajo de la mesa, trae amigotes.
Un abrazo.
Eso está hecho, Susana. Lo de menos será comer, ya lo verás-
Nieves, creativo relato, rico, rico y con fundamento!! Me ha gustado la receta-relato!! 😉
Un saludo!!
Has llegado a los postres, pero seas bienvenido, Miguel Ángel. Un jarilú: Nieves
Excelente y simpático homenaje a Cortázar y su lenguaje gíglico. Mucha suerte y un saludo
Gracias, Alfonso, por detenerte a opinar. Un placer. nieves
jajajá….si ya sabía yo que este mes me reiría un montón… ¡Me gusta tu receta! tomo nota para el próximo evento y me la apunto en la manga de mi borguillera.
El tío Julio, es un Cortázar a medida de este relato. 😉
Besos para el pavo y para tí.
jaja! he caído en la trampa: me he ido a gúguel a buscar «borguillera» y claro…….cómo no lo había previsto!! después de las palabras que nos has dejado este mes!
Besos para tí ( al pavo ni me he acercado)