64. ÉRASE UNA VEZ UN CUENTO, de Elfo
Por qué un bosque ha de ser mágico si un bosque ya es un bosque. Si un bosque ya es secreto, ya es enigma, ya es pálpito de vida, fuego fósil. Su sólida materia y magma antiguo transforman el espacio en luz volátil, en reflejo aparente. El reino de lo oculto.
Todo parece calmo, acontecido ya: el cuarzo, la materia, el roble, el pino, el árbol generoso, la hiedra que lo cubre. Parece ya que duermen, que descansan. Intrépida la vida, laboriosa se afana por guardar su secreto con celo de tesoro. Y uno se pregunta qué protege, qué esconde , pero el bosque se calla y trabaja en silencio.
Un bosque es la conquista de lo ínfimo, de lo minúsculo, de lo pequeño constantemente repetido. En él ,el árbol se recrea en la danza; la savia trepa libre, voraz, desaforada. Todo se abraza a todo. Allí ya nada es manso: brota, crece, vuela o se dispersa. Y nadie espera a nadie: se trepa o se desciende….
Ay! mi niño no se duerme. Se ha cubierto el rostro con las sábanas y sollozando ha llamado a su madre.
– Hijo… nunca supe contar un cuento.
Precioso!!! abrazos de luz para todos
¡Qué bien se respira contigo!
Y qué bien suena el bosque.