NOV16. NADA ESTÁ ASEGURADO, de Juan H. García-Zeballos
-He pensado un nuevo término. Mi hija me propuso una apuesta: “Ya que eres tan listo, inventa una palabra; si tu ingenio es igual a tu fuerza, muy pronto la veremos incorporada al diccionario de la Real Academia”. Me desafió contundente.
En fin… fiel a mis principios de tener todo bajo control, aquí estoy ante ustedes para presentarles mi ocurrente neologismo: Democracia, del griego demos, pueblo y kratos, poder; es decir, donde hay Democracia quien gobierna es el pueblo. ¿Qué les parece?- Preguntó retóricamente el dictador, al cerrar su discurso en aquel año 15013.
La aprobación del auditorio fue unánime, pues tantos siglos de gobierno totalitario, habían provocado la admiración de los espectadores por lo novedoso del vocablo.
Hasta en eso se manipula a las masas. Todo es finalmente OCLOCRACIA.
Veo buenos deseos en tu relato. Da para pensar.
Un saludos.
Mi intención es ésa. Buenos deseos que ojalá sean una realidad y pensar en cómo podemos conservar lo bueno que tenemos, pues como dice el relato, «nada está asegurado». Gracias por el comentario. Saludos. Juan H.
Me encanta esta palabra inventada y sus consecuencias.
Suerte y recibe mis saludos.
Gracias Anna: es una palabra que no debemos olvidar. Suerte y saludos para vos también. Juan H.
Por cierto que sí Ana. Nada está asegurado y mucho menos si se trata de cuestiones políticas. ¡Todo un desafío! Esperemos que la historia quede sólo en eso, una historia de ficción. Suerte y un beso. Juan H.
Gran relato, Juan! Es una palabra importante y mal hacemos en no reivindicarla…
Un saludo!!
¡¡Gracias Miguel!! Es una palabra importantísima que nadie debería olvidar.
Un gran saludo. Juan H.