34. SUBLIME ELFO, de El Elfo 2
Así amaneciendo, en medio del bosque se enmarañaba una canción que hacia transportar mi imaginación hasta la luna; de pronto muchas hormigas se rifaban trozos de mis pies, que inconscientes habían aplastado su casa; corrí, sin poder con explicaciones quitarme sus angustiadas carrerillas que subían por mis piernas y me mordían como señal de venganza por el daño causado.
Ya quisiera ser simplemente un elfo para pasear por el bosque y cantar con las doncellas que se ocultan en los hongos mágicos, ser un elfo para simplemente elevar mi vuelo y besar sin recelo al árbol, que agigantado se mese en su propia casa, o para conversar con el más de todos los sabios; para aprender que ellos: los árboles del bosque, siempre sabrán equilibrar el universo y que lo hacen sin reverso para que l mundo respire sin tropiezo.
Ser el elfo que grita un pare a la humanidad, ser el elfo que enamore la diosalidad de los astros, de lo oculto de la belleza celestial, hijo del bosque, protector de su huerfanidad, proteger el bosque para salvar la humanidad… La ropa tuve que despojar para una a una de mis amigas, las hormigas, desprender sin extirpar.