11. HERMANAMIENTO, de Coronel Autillo
-¡Hola hermano! Cuanto tiempo sin tu grata presencia.
-¡Un abrazo hermano!
Por un momento sus cuerpos intercambiaron los recuerdos y experiencias acumuladas durante su larga separación.
Acabado el fuerte abrazo el hombre procedió a despejar de maleza y malas hierbas los alrededores y a inspeccionar la salud de su gran hermano, para ello subió hasta su copa y desde allí con un vistazo comprobó el estado de sus sobrinos. Observo que no era muy bueno y que había mucho trabajo, pero no importaba ahora había tiempo, había regresado a sus raíces abandonadas por causa mayor y cumplir a sin con la promesa de retornar que hizo hace ya algunas décadas. No le asustaba la gran cantidad de trabajo por hacer pues no había regresado solo, sus seres queridos habían venido para contemplar a aquel pariente lejano que no conocían pero que formaba parte de su familia gracias a los relatos de su juventud.
Este hermanamiento entre hombre y bosque había existido en tiempos antiguos, con su regreso existe y con sus vástagos existirá.