09. VARIOS PÁJAROS DE UN TIRO, de Hojarasca
Escaseaban los bosques. Mudáronse los duendes a jardines, parterres, macetas y herbolarios. Nocturnos, sigilosos, hipnóticos, susurraban a los dormidos humanos: “planta árboles; lo del libro y lo del hijo son bobadas”.
Hubo menos libros malos; ahorrábase papel. Crecían mogollón los bosques. Se extinguían los humanos.
maravillosa ironía hacia un mundo… mejor?
Espero que esos duendes susurren a los oídos de muchos muchos humanos.
Muy bien hasta el final. Hombre, extinguirme, extinguirme, no es que me apasione.
Ahora entiendo lo de ¡piérdete en un bosque!. Claro, la culpa la tienen los duendecillos susurrantes.
La frase final con esos humanos agonizantes, extinguiéndose … me parece un lógico desenlace como consecuencia de lo poco que apreciamos nuestra naturaleza.
Un abrazo a hojarasca.