11. Coches locos (Mercedes Marín del Valle)
Terminaron las vacaciones y debía asumir un nuevo destino. Un lugar de incertidumbres, con horarios estresantes e imposibilidad de conciliación familiar. Subió a su vehículo de segunda mano y carrocería ligera. Quería protestar, pero solo consiguió lágrimas en los ojos y en el parabrisas. Llovía. Antes de arrancar, miró a ambos lados. Se limpió los mocos e inició la marcha, pero… ¡CUIDADOOOO! El freno no actuó a tiempo. Su coche golpeó ligeramente la puerta del copiloto. Para su sorpresa, su asombro y su morir de miedo, el vehículo comenzó a girar en modo peonza. La policía nacional había salido de paseo y, un inspector y dos acompañantes trataban, en vano, de mantener la compostura dentro del habitáculo. Ella bajó abochornada, y con las manos en la cabeza y el horror en sus ojos, contaba sin querer, los segundos que duró aquel entretenimiento de feria. Los policías dijeron estar perfectamente, aunque el color de su piel no decía lo mismo.
Un tumulto de personas arremolinadas en la calle, murmuraban desconfiados al paso de la mujer custodiada por una legión de policías que no se sabía de dónde habían salido y que, en un gesto protector, la llevaban sujeta por los brazos.
Los vehículos, esos instrumentos que tan útiles y necesarios nos resultan, son también un peligro constante que requiere, para conjurarlo en lo posible, de toda la atención de la que seamos capaces y más. Así y todo, la amenaza de que algo pueda suceder siempre está presente, bien por méritos propios o ajenos Un momento de distracción, la tristeza de unas vacaciones terminadas, junto al anuncio de una rutina no deseada, es más que suficiente para que suceda algo. Dentro de lo que cabe, tu protagonista aún con su vergüenza lógica, ha de dar las gracias porque podría haber sido peor.
Un relato que nos muestra que todo puede torcerse en un momento.
Un abrazo y suerte, Mercedes
Esta señora, la pobre, no lo pasó nada bien. Se diría que se había levantado con la pierna izquierda. Bueno, como dice Salvador, si le hubiera ocurrido en estos tiempos y si yo hubiera reparado en ello a lo mejor, un vídeo viral hubiera circulado por las páginas de ENTC. ¿No te parece?
Gracias Ángel, siempre un placer saludarte. Feliz noche.
Mercedes,
Qué sorpresa, muy divertidos los autos locos. Aunque a la protagonista no le hace mucha gracia, ja ja ja
Es verdad eso de que no aparece nadie para cosas importantes y, de golpe, aparecen cien mil policías para algo de poca trascendencia .
Me ha gustado mucho!
Abrazos
Hola Aurora, me alegro de que te hayas divertido un rato y, a la señora, pues ya ves, le queda como anécdota para contarla en sus reuniones con amigos o familia. ¿Te parece poco?
Un abrazo, Aurora… ah, y el corporativismo policial es total. Ja, ja, ja.
Feliz noche y mis mejores deseos para ti.
En un tiempo la vergüenza hubiera quedado en petit comité, pero hoy en día seguro que varios videos circulan ya por la red, ja, ja, ja. Original vuelta a la rutina de vida, Mercedes. Un abrazo y suerte.
Hola Salvador. Le comentaba a Ángel, que después de leer tu comentario me he quedado con las ganas de pasar un vídeo viral por estas páginas, sobre el suceso de la señora que no quería aceptar su nuevo destino. Es una magnífica idea, Salvador, jajaja.
Gracias por visitarme. No he visto por ahí tu relato sobre el temita «sorpresa». Volveré a dar un repaso, aunque no creo que se me haya pasado. Estaré atenta. Feliz noche de mayo.
Hola, ahora que he sacado un rato para acercarme a ENTC, no puedo faltar a mi cita con mi estimada Mercedes.
Yo más bien que coches locos diría que son los conductores los que lo son. Un simpático relato en el que nos cuentas como la vida da sorpresas en el momento menos pintado.
Espero que el mes de mayo te esté llenado a ti de sorpresas fantásticas y a ver si con este relato te llevas la sorpresa de salir en el libro anual.
Un abrazo.
Hola, Barceló, amigo. Gracias por tener ese gesto conmigo y con mis letras.
Hubo una vez que escribí In memoriam, una vez que la situación me pedía hacerlo, fue aquella vez en que el tema propuesto era: A mi manera, de Frank Sinatra, bueno pues con ese relato pude estar en el libro de ese año. Miré al cielo y le hice un guiño a mi padre.
Nunca antes y nunca después he estado en un libro de ENTC, pero tengo novela propia¿eh? El año de las decepciones, publicada en 2019, y otra, con un relato corto y 15 microrrelatos, titulada Las caras de la vida y 15 microrrelatos, firmada bajo seudónimo Cora Burgos…uyss que me enrollo.
Barceló, lo más bonito de venir es dejar nuestras creaciones y contar una minihistoria con el ánimo de conseguir que, por unos instantes, alguien la viva igual que el autor.
Un abrazo Barceló. Buenas noches.
Hola Juan, a lo mejor, realmente te acompañaba alguien. Tu Ángel de la guarda o alguno de esos personajes fantásticos de buen corazón que pasean por tu imaginación día tras día. De lo que estoy segura es de que sea quien sea, solo puede tener buenas intenciones. Feliz noche.