59. Epifanía (Virtudes Torres)
Con la moda del turismo dark gente morbosa acude al castillo esperando ver un supuesto fantasma, cosa que nunca ocurre.
Cuando todos se marchan, el viejo lord, último inquilino del lugar, se dispone a degustar su jerez favorito, mientras recuerda cómo fue su regreso acaecido cuando uno de esos turistas rompió una valiosa botella de edición limitada.
Un estallido de colores cobre y oro devolvieron la luz a sus ojos vacíos.
El sonido de cristales al chocar contra el suelo modularon ondas sonoras en sus oídos faltos de sensibilidad.
Sus neuronas olfativas se llenaron de un olor dulce, apetecible con recuerdos pretéritos ya olvidados.
Su esencia se iba configurando, vista, oído, olfato, lo iban dotando de una energía primigenia.
Tras muchos ensayos logró dominar el tacto.
Recuerda con placer cuando se sirvió una copa de Gran Reserva que, apenas rozó sus labios, hizo reaccionar su paladar dotando a todo su cuerpo de pura energía.
Un buen vino es capaz de resucitar a un muerto. Cuando una bebida mítica ha perdurado durante siglos ha de ser por algo. Entre otros efectos, has imaginado que podría activar los sentidos dormidos de un fantasma, lo que podría interpretarse en el sentido de que que todos necesitamos estímulos, ilusiones, para salir del letargo mortal, para sentirnos vivos, para activarnos. Las sensaciones que llegan al cerebro no son solo algo físico, también están unidas al espíritu, al recuerdo, como le sucede a Proust con su famosa magdalena, como le ocurre a tu protagonista.
Un relato que puede parecer sorprendente, aunque se basa en lo que somos, haciendo bueno ese refrán que dice «genio y figura hasta la sepultura».
Un abrazo y suerte, Virtudes
Madre mía Juan, ante este comentario me quedo sin palabras.
Espero que mi fantasma sea muy feliz y deguste por muchas noches su bebida favorita.
Muchas gracias por pasarte por aquí. Feliz día de tu santo. 🥂🥂
Acertadísima la primera frase Ángel. jajaja.
Este espíritu se recarga con su buen jerez y pasa de asustar a nadie. Solo quiere disfrutar de la paz y sus recuerdos cuando todos se han marchado.
Un abrazo y gracias por tu visita.